Una cena de señoras.
No.
Una comida de señoras.
No.
Un desayuno de señoras.
Algo así como una reunión de esas señoras fifís que detestan a sus sirvientas.
“Qué desagradables son, amigui”, comentan.
Y lo hacen al tiempo de taparse las fosas (nasales).
Suelen ser de lo más simpático.
Terminan por ser de lo más desagradable.
En una de esas reuniones —con chequeras con más de millones de pesos, decenas de millones—, una señora de muy alta sociedad dijo las palabras mágicas ante mujeres adictas al panismo y al poder.
Y al dinero.
Más al dinero que al poder y al panismo.
Ya verá el lector.
En una de esas reuniones, pues, una mujer cercana al ex gobernador José Antonio Gali dijo las palabras mágicas en contra de Eduardo Rivera Pérez, candidato del PAN —y el licuado en el que van incluidos el PRI, el PRD y otros dos partidos.
Palabras mágicas.
Enormes.
Palabras brutales viniendo de una esposa panista beneficiaria del panismo.
Palabras más.
Palabras menos.
Ufff.
La señora beneficiaria del panismo más atroz dijo estas palabras en contra de Lalo Rivera Pérez:
“Amiguis: la solución es Clau. Hay que apoyar a Clau”.
—Quién es Clau, amigui? —preguntó una despistada.
—Clau es Claudia Rivera Vivanco, amigui. La presidenta municipal que se va a reelegir —dijo la dama cercana a Tony Gali.
—¿La que vive en una de las torres carísimas camufladas?
—Esa misma.
Un silencio de damas vicarias se impuso.
Las mujeres que siempre habían votado por el PAN no sabían cómo reaccionar.
Siempre habían votado por el PAN y hoy les pedían que votaran por MORENA.
Ufff.
Cuántas historias por contar.
Cuántas historias por votar.
¿Tendrá que ver en esta trama el Jodorowski poblano apellidado Zatarain?
¿De cuánto más nos enteraremos?
Nota Bene: ¿Estarán enterados de esta trama Eduardo Rivera Pérez y Tony Gali?
Bien lo dice Shakespeare:
La mano del traidor siempre queda manchada de una sangre llena de grumos.
Ufff.