Una rebelión silenciosa y apresurada se está gestando en el núcleo de militantes y líderes de Morena en Huauchinango, done el fin de semana se ha decidido apoyar a Rafael Gutiérrez Alpízar, el aspirante a edil del PAN, con el propósito de no dejar ganar a la candidata morenista Liliana Luna Aguirre, a quien la persigue su pasado morenovallista.
No es un asunto menor, en Morena esperaban todo, menos que una mujer totalmente ajena al Partido de Regeneración Nacional fuera su candidata a la alcaldía y, sobre todo, que previa a su designación no hubiera tenido un solo día o algún gesto relevante para acercarse o ganar la confianza de los simpatizantes y los líderes del movimiento lopezobradorista.
Apenas hace cinco meses Liliana Luna Aguirre tocaba las puertas del Comité Ejecutivo Nacional del PRD –a través de la vía de la dirigente Roxana Luna Porquillo– para buscar una alianza con el PAN y con ello, intentar ser aspirante a presidente municipal de Huauchinango o en su defecto poderse reelegir como diputada local perredista, cargo en el que actualmente tiene licencia.
Hace 30 meses se encontraba en campaña al lado de la panista Martha Erika Alonso Hidalgo y se asumía como uno de los activos más importantes del morenovallismo en la Sierra Norte de Puebla.
En el periodo pasado, era la directora del Sistema DIF de Huauchinango pues su esposo Gabriel Alvarado Lorenzo era el presidente municipal, que además quería dejar como su sucesora a su esposa, un tema que no gustó en la opinión pública de ese municipio debido a que esta mujer no es originaria de la región, sino del estado de Jalisco.
Como Liliana Luna no pudo crecer en los índices de intención del voto, entonces la postularon como aspirante a diputada local por las siglas del PRD, por la cercanía que tenía con Martha Erika Alonso, quien en 2018 controlaba al partido del sol azteca como parte del dominio morenovallista.
Por si fuera poco, Gabriel Alvarado se fue del cargo bajo la imagen de haber encabezado un pésimo gobierno, que propició que en 2018 arrasara el candidato de Morena a edil Gustavo Vargas Cabrera.
En julio de 2019, hubo un tremendo escandalo porque la Policía Municipal de Huauchinango descubrió por accidente una bodega llena de ataúdes que al parecer obsequiaba Liliana Luna, en su calidad de legisladora del PRD, a personas de escasos recursos económicos.
Lo que se cuestionaba, es que al parecer esos ataúdes habían sido donados al ayuntamiento de Gabriel Alvarado por una importante empresa funeraria, que es líder nacional en el ramo, para que se repartieran por el gobierno local y no fuera del mismo.
Por todos estos antecedentes, al fin de semana hubo entre las bases y liderazgos de Morena una serie de reuniones en las que sus participantes pasaron de externar sus agravios, enojos y desilusiones por la nominación de Liliana Luna Aguirre, a tomar acciones contundentes que serían buscar la posible derrota de la abanderada morenista.
Las tres opciones que hay en Huauchinango para elegir al próximo presidente municipal son: Liliana Luna de Morena, Isaac Martínez Amador del PRD y Rafael Gutiérrez Alpizar del PAN.
La valoración que se hizo es que apoyar a Isaac Martínez Amador es una opción todavía peor que la de Luna Aguirre, pues sería consolidar el cacicazgo de los hermanos Martínez Amador que buscan su tercer gobierno municipal y, por si fuera poco, tienen la candidatura a la diputación federal.
A Gutiérrez Alpizar lo valoraron bien, por ser un personaje oriundo de Huauchinango y que ha mostrado tener un buen proyecto de gobierno.
Hace tres años, Gutiérrez Alpizar fue candidato del PVEM y quedó en tercer lugar, con unos 7 mil votos, frente a los 10 mil de Morena y 8 mil del PANPRD. Es decir, no fue un mal aspirante, sobre todo si era respaldado por un mal partido político.
La ventaja que se observó es que el aspirante panista no es alguien casado con las ideas del PAN, pues su cerrera política la inició en el PRI, al lado de la familia del exgobernador Guillermo Jiménez.
Se dice, que en este ánimo de rebelión contra Liliana Luna Aguirre estaría de acuerdo el propio edil Gustavo Vargas.
Aunque él nunca lo va a aceptar en público y aparentara ser leal a Morena hasta el último día de su mandato.
Sabe de antemano que, si gana Liliana Luna, habrá una venganza en su contra por haber observado los actos de corrupción que se detectaron en la gestión de Gabriel Alvarado Lorenzo.