El fin de semana la presidente estatal del PAN, Genoveva Huerta Villegas, dedicó mucha de su actividad en redes sociales a fustigar a Morena por la postulación de Félix Salgado Macedonio, como candidato a gobernador de Guerrero, acusando al Partido de Regeneración Nacional de “proteger a violadores”. Sin embargo, lo que más llama la atención es que la dirigente albiazul tiene a su propio político acusado de violencia sexual en la figura de Edgar Salomón Escorza y sobre esa realidad, no dice nada.
El expriista y morenovallista Edgar Salomón Escorza el fin de semana fue postulado por el PAN como candidato a presidente municipal de San Martín Texmelucan, una nominación que fue impulsada por Genoveva Huerta, quien desplazó a destacados cuadros del panismo de esa ciudad que tenían todos los méritos para ser el abanderado.
Tal situación exhibe que la dirigente del partido de la derecha mide con doble rasero, o mejor dicho con doble moral, el tema de la violencia sexual.
Por un lado escribió en sus redes sociales: “No me sorprende que Morena lleve a Guerrero al impresentable Salgado Macedonio… Un partido que protege violadores, acosadores y delincuentes, es un partido que no le importan nada las mujeres ¡Qué vergüenza para México”!
Y por otro lado, hace mutis a los antecedentes de Edgar Salomón, que en septiembre de 2014 fue acusado por la joven Adriana Flores Carmona, de los presuntos delitos de privación de la libertad, abuso sexual y amenazas.
El fin de semana los dirigentes sociales Ruth Martínez Pérez, Marcelo Bonilla Flores y Ángel Manuel López denunciaron que está archivada la investigación 194272014/SNMAR/ESEX –por la agresión contra Adriana F. y le exigieron a la Fiscalía General del Estado volver a proceder contra Edgar Salomón, además de que pague la reparación de daños contra la victima.
De este asunto, hace caso omiso el PAN y Genoveva Huerta Villegas, olvidándose de la presunta victima de su candidato en San Martín Texmelucan.
Eso también muestra que el PAN no le interesan las mujeres
¿O no?
Adiós, amigo Hugo Sánchez Izquierdo
Entre los años de 1988 y 1989 este tecleador inició su carrera de reportero en la redacción encabezada por Javier López Díaz, en Grupo Acir, que ahora es Cinco Radio. Era una época en que un grupo de estudiantes universitarios hacíamos nuestros pininos en un ambiente de comunicadores de larga trayectoria y que les enfadaba, les incomodaba, compartir el trabajo con periodistas incipientes.
Hubo alguien distinto; se llamaba Hugo Sánchez Izquierdo, quien ya llevaba algunos años de periodista y en esa época –si no me equivocó– ya laboraba en El Heraldo de México en Puebla.
Siempre con una risa sarcástica, que mostraba en público, y con una voz confidencial en pláticas serias, fue de los pocos que en varias –sin que se lo solicitara– se acercó a este reportero para darle ayuda, consejos y orientaciones. O simplemente para bromear o burlarnos de los políticos del viejo régimen del PRI.
A lo largo de las últimas tres décadas Hugo Sánchez siempre fue un colega que mostró sencillez, tolerancia y amistad.
Hace como 20 años, Hugo Sánchez tuvo un fuerte accidente automovilístico y casi pierde la vida. Este autor lo fue a ver al Hospital del Traumatología y Ortopedia del IMSS, iba acompañado por la reportera Wendy Sánchez, que el verlo tan lastimado no aguantó y se desmayó.
Para intentar ser cordial, luego de que una enfermera “revivió” a Wendy Sánchez, le dijimos un mal chiste: “Todo lo que haces para no trabajar, Huguito”, y en medio de vendajes, sueros y yesos que lo tenían inmovilizado, alcanzó a dibujar una sonrisa y saludar con los dedos de la mano derecha que sí podía mover.
Se convirtió en una frase entre ambos siempre que nos encontrábamos: “¡Todo lo que haces para no trabajar!”.
Por todos esos rasgos, al gremio de reporteros le ha dolido mucho la repentina partida del amigo Hugo Sánchez, quien ayer por la tarde perdió la batalla contra el Covid.
Esta maldita enfermedad nos ha arrebatado a muchos seres queridos y apreciados. Nos ha mostrado qué tan vulnerables somos. ¡Te despido con un abrazo y mucho agradecimiento, estimado Hugo!