La corte de lo milagros
Por Rodolfo Ruiz
Tómelo con reserva pero trasciende que si el gobernador electo de Puebla, José Antonio Gali Fayad, no consigue que su amigo y ex jefe en el SAT, Raúl Sánchez Kobashi venga a Puebla como secretario de Finanzas y Administración, no habría que perder de vista a Fernando Aportela Rodríguez.
Sí al que fuera subsecretario de Hacienda y director de área del gabinete económico del presidente Enrique Peña Nieto, pero que además estudió en el Instituto Oriente de Puebla antes de hacer la licenciatura en Economía en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y el doctorado en el Instituto Tecnológico de Massachusetts.
Fernando Aportela fue subsecretario de Ingresos del estado de Veracruz, subdirector de Banca de Inversión de Protego Consultores Financieros y presidente ejecutivo del Fondo de Infraestructura Evercore México, dedicada al financiamiento de proyectos de infraestructura a nivel nacional, a través de alianzas Público-Privadas.
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Por cierto.
La hermana de Fernando, Gabriela Aportela Rodríguez, es funcionaria de la Secretaría de Finanzas y Administración del estado.
Es coordinadora del Voluntariado de la dependencia, a la que ingresó unos días antes de que su hermano fuera nombrado por Luis Videgaray Caso como subsecretario de Hacienda.
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Este viernes el secretario de Finanzas y Administración del estado, Guillermo Bernal Miranda, desahogará una intensa agenda en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), dependencia a la que seguramente se reintegrará el próximo año con el apoyo de su amigo José Antonio Meade Kuribreña.
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A los senadores del PRI que este jueves presentaron un punto de acuerdo para denunciar tráfico de influencias, la existencia de aviadores y prácticas nepotistas en la Secretaría de Educación Pública de Puebla, el tiro les podría salir por la culata cuando se conozcan los beneficiarios de unas 250 plazas en la Subsecretaría de Educación Superior.
Y es que si se hace la investigación que exigen los legisladores del PRI, se comprobará que el nepotismo y el favoritismo en el otorgamiento de plazas en realidad ha sido auspiciado por funcionarios o dirigentes sindicales ligados no hace mucho tiempo al PRI, pero también al Partido Nueva Alianza (Panal) y al SNTE.
Pero además que tales denuncias lo que buscan es tender una cortina de humo para encubrir a funcionarios de la SEP que fueron promovidos a cargos directivos en los gobiernos de Melquiades Morales Flores y Mario Marín Torres.
¿Cómo quiénes?
Como el ex director de Educación Superior, Arturo Ordaz Merino, quien no ha podido solventar observaciones de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), y de la directora de Formación de Docentes, Dulce María Flores Beltrán, quien llegó al cargo del brazo de Darío Carmona García, secretario de Educación Pública en el sexenio marinista.
La investigación que exigen los senadores del PRI sí hallará nepotismo, corrupción en la asignación de bases magisteriales y tráfico de influencias, pero no de la subsecretaria de Educación Superior, sino de operadores del SNTE enquistados en la alta burocracia de la SEP de Puebla.
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