Mario Alberto Mejía
Marcelo García Almaguer cerrará en los días que vienen un ciclo del que pocos pueden presumir: un paso brillante por la Secretaría de Comunicación del Comité Ejecutivo Nacional del PAN.
Su próxima, inminente, ruta es igualmente importante y reveladora: la Delegación del CEN en Puebla.
Marcelo García no será un delegado estatal común y corriente.
Su cercanía con el morenovallismo –indudable, inevitable– lo convertirá, de facto, en un delegado particularmente poderoso en vías de 2016, cuando estará en disputa la denominada minigubernatura.
Después de haber vivido una temporada en el CEN del PAN al lado de personajes nacionales con los que peloteaba temas claves, Marcelo decidió regresar, López Velarde dixit, al “edén subvertido”.
Y es que en Puebla están sus lealtades.
Esas que también tuvo con Gustavo Madero y con Ricardo Anaya en su momento.
No obstante, hoy por hoy su agenda está con José Antonio Gali Fayad, con quien trabajó antes de su arribo a la zona VIP del panismo nacional.
García Almaguer, pues, ya dejó en claro que su talento puede jugar en canchas locales y nacionales.
Su regreso inminente es parte de una especie de refundación del morenovallismo.
Estefan Chidiac y su GPS Legislativo. Dos son los diputados federales que al decir de un sector de la prensa le disputan a Jorge Estefan Chidiac la presidencia de la Comisión de Presupuesto en San Lázaro: el coahuilense Javier Guerrero García y el tamaulipeco Baltazar Hinojosa Ochoa.
Hay que decir que los tres son vicecoordinadores.
Guerrero García fue hasta hace poco subsecretario de la Sedesol y va enfilado a la Comisión de Desarrollo Social, en tanto que Hinojosa Ochoa tiene como puerto final la Comisión de Agricultura.
Alfredo del Mazo Maza, ex titular de Banobras, también presidirá una comisión de las más influyentes: la de Infraestructura.
Por cierto: Jorge Estefan, hoy convertido en uno de los vicecoordinadores del PRI en San Lázaro, jamás aspiró a liderar la bancada poblana, una vez que sus tamaños lo metieron desde el principio en una ruta nacional.
Y hablando de rutas nacionales, cómo olvidar que fue Dionisio Meade –padre del hoy titular de la Sedesol, José Antonio Meade– quien invitó a Estefan Chidiac a trabajar con él en la Secretaría de Hacienda.
Esto ocurrió hace 25 años y fue el primer trabajo de nuestro personaje.
A partir de ese momento, las ligas entre José Antonio Meade y Estefan se estrecharon.
Hoy, faltaba más, cada uno disfruta de la amistad del otro.
Jorge es, sin duda, uno de los poblanos con mayor cercanía con el ex canciller.
Por cierto: don Dionisio Meade relevó en la Subsecretaría de Enlace Legislativo, en tiempos de Fox, a Humberto Aguilar Coronado y hace un par de años hizo lo mismo en la Presidencia de la Fundación UNAM a Rafael Moreno Valle Suárez, padre del gobernador de Puebla.
Dos Ridículos. Carmen Salinas robó cámara en San Lázaro.
Todo mundo quería saludarla y hasta selfies se tomaban con ella.
Otra cosa le hubiera pasado a Ana Teresa Aranda si no hubiese sido desplazada en las listas plurinominales por “La Corcholata”.
Su aire de perdonavidas metida en su camiseta priista la habría alejado de los adictos a las selfies.
***Y quien quedó en el lugar 28 –lejos, muy lejos de las 13 posiciones en disputa– fue un eterno perdedor: Eduardo Rivera Pérez, ex alcalde de Puebla.
Una mano negra lo metió en una lista de treinta aspirantes a formar parte de la poderosa Comisión Permanente del PAN, pero a la hora de las votaciones fue humillado y vencido.
Solo dos más perdedores que él lo superaron.