Serpientes y Escaleras por Ricardo Morales
La reforma electoral realizada en Puebla el fin de semana pasado, le ha acarreado infinidad de críticas a la legislatura local y también a la administración que encabeza Rafael Moreno Valle, pero tal vez el mandatario estatal gana perdiendo y me explicó.
En Puebla el PRI local y su fracción parlamentaria votaron en contra de la reforma electoral, en el tema de las candidaturas independientes y los candados impuestos en contra de estas postulaciones.
Pero qué diría el hipócrita lector, como lo llama Mario Alberto Mejía, si supiera que el imponer este tipo de candados a la postulación de las candidaturas independientes, bautizadas a nivel nacional como “Ley antibronco” es una línea bajada directamente de Los Pinos.
Si ni más ni menos que desde Bucareli y desde Los Pinos, se dictó la línea para que en todo el país, las legislaturas locales impusieran candados, para impedir la participación ciudadana y evitar la proliferación de fenómenos políticos como el “Bronco” y Pedro Kamamoto entre otros, que han puesto en “jaque” al sistema político mexicano y a la partidocracia.
Si no me cree, se siente que trató de limpiarle la cara al congreso local y al morenovallismo, analice lo que ha ocurrido en otras entidades gobernadas por el PRI y con mayoría en los congresos del tricolor.
Tamaulipas, Chihuahua, Tlaxcala, Veracruz y otros estados gobernador por el PRI y con mayoría en el congreso tricolor, han votado leyes con candados muy similares a las de Puebla.
Los candados establecidos marcan el 3 por ciento del padrón electoral registrado al corte, aunque creo que la de Puebla querido quedar más que bien en Los Pinos, exageró al exigir que tienen que ser presencial el tema de quienes respaldan esta candidatura.
No es exculpar a nadie, hay una línea nacional dictada desde los más altos niveles de la política de este país, para frenar la proliferación de candidatos como el “Bronco” y Pedro Kamamoto.
En el colmo de la esquizofrenia que se vive hoy en todo el país, el PAN ha impugnado ya la reforma electoral impuesta por la mayoría del Congreso priista en Tamaulipas y Veracruz, mientras que el PRD ya lo hizo en Tlaxcala en donde quien dicta la línea es el sátrapa que lleva por nombre Mariano y que se apellida González.
Me parece absurdo que mientras el PRI en Puebla y a nivel nacional, censura la actitud de los diputados panistas y del gobierno del Estado en el tema de los candados impuestos a los diputados independientes, pase de noche el hecho en que en los estados en donde gobierna este partido, se hayan realizado reformas muy similares impulsados por los “demócratas” priistas que hoy “ponen el grito al cielo” por lo que ocurre en Puebla.
Lo que tanto PRI, como PAN, PRD y el resto de las fuerzas políticas callan, es que bloquear las candidaturas independientes, es un acuerdo político dictado desde Los Pinos, por lo que Rafael Moreno Valle, aceptó al igual que otros gobernadores del país, asumir el costo político de esta medida, sin importar sus consecuencias, a cambio de algo que todavía no sabemos.
Insisto, no es exculpar a nadie, cada quien tiene que asumir el costo político de sus decisiones, pero es un hecho que a nivel nacional, la presencia del “Bronco”, el gobernador electo de Nuevo León, prendió los “focos rojos” a la partidocracia del país, la cual detenta el control político y económico del país, los cuales por nada del mundo se van a dejar que se los arrebaten.
Basta revisar para saber que no hay leyes de avanzada en materia electoral en ningún estado del país, nadie, absolutamente nadie en su sano juicio, va querer abdicar al monopolio que en México tiene los partidos políticos para hacer política.