El edificio conocido como “Los Baños del Paseo” sí se encuentra en el catálogo de inmuebles históricos del Instituto Nacional de Antropología e Historia, bajo el número de clave 2111400011616.
Sin embargo, en la ficha del inventario de monumentos históricos del organismo federal, se indica que “Los Baños del Paseo” fueron construidos en el siglo XIX.
La parte de mayor antigüedad es el chacuaco o chimenea que se encuentra en el centro del terreno que fue demolido para la construcción de un hotel en las inmediaciones del Paseo Bravo.
En la ficha se indica que el acceso a “Los Baños del Paseo” es por la calle 9 oriente, sin embargo esta parte del inmueble está bloqueada por un muro, por lo que el ingreso está en la zona de la 13 sur.
Repoblamiento causa especulación en inmuebles
Obras como estas, las cuales afectan el patrimonio edificado de Puebla, son consecuencia del proyecto de repoblamiento del Centro Histórico que impulsan las autoridades estatales y municipales, pues se genera especulación en torno a las propiedades del primer cuadro de la ciudad, manifestó Francisco Vélez Pliego.
El presidente del Consejo Ciudadano del Centro Histórico acusó que el ayuntamiento ha caído en omisión en numerosas ocasiones al no clausurar obras que se llevan a cabo en inmuebles históricos sin permiso.
Por ejemplo mencionó el caso de la casona de la 2 Oriente 205, la cual fue demolida progresivamente en el transcurso de cinco años, pero fue hasta que se atrajo la atención de los medios que las autoridades intervinieron al respecto.
Esta omisión no es generalizada, sino que se da este beneficio a aquellos proyectos en los que puede tener un cierto interés, indicó el historiador, al señalar que las autoridades “voltean la mirada para facilitar este tipo de proyectos”.
Esta complacencia tiene como fundamento el interés de la Comuna de atraer nuevos complejos de vivienda al primer cuadro de la ciudad, reiteró, lo cual calificó como “reprobable”.
El proyecto de repoblamiento del Centro Histórico se convirtió en un proceso de “reciclaje” de los edificios de la zona, tanto por parte de inversionistas privados como públicos, agregó.
“Cuando surge la denuncia se hacen los sorprendidos y actúan”, pero antes no se hace nada por prevenir este tipo de daños al patrimonio, criticó.
Cabe recordar que fue el lunes por la tarde cuando la delegación local del INAH ordenó la suspensión de los trabajos para emprender un estudio de los posibles daños al patrimonio histórico, mientras que el ayuntamiento emplazó a los constructores a que presenten la documentación relacionada con esta obra, para lo cual tienen un plazo de semana y media.