Ayer fueron recuperados 11 cuerpos luego del deslave ocurrido en Xaltepec, en la sierra de Altotonga, a donde llegó el gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, para apoyar a las víctimas y anunciarles que su administración se hará cargo de los gastos funerarios.
Los pobladores de la zona del desastre afirman que debajo de las toneladas de tierra que dejó el alud hay un cuerpo más. Sin embargo, ayer por la tarde el reporte oficial era de 11 muertos y 11 heridos, lo cual fue confirmado por el propio gobernador.
De acuerdo con lo informado por las autoridades municipales, los heridos fueron trasladados al Hospital Civil de Altotonga, y se detalló que son atendidos por contusiones y fracturas.
Desde las ocho de la mañana, cuando se conoció de la tragedia, los habitantes de ese lugar comenzaron a realizar las labores de rescate, y más tarde se sumó personal de Seguridad Pública, de la Marina-Armada de México y del Ejército mexicano.
Javier Duarte de Ochoa recorrió el lugar acompañado de la secretaria de Protección Civil, Noemí Guzmán Lagunes, y del titular de la Secretaría de Infraestructura y Obas Públicas, Gerardo Buganza.
Ahí, el mandatario estatal mencionó que tanto el personal como la maquinaria enviada por su gobierno continuará trabajando hasta que todo quede limpio, y manifestó confianza en que no hubiera otra víctima entre el lodo y los escombros.
Garantizó que una vez que concluyan la búsqueda continuará apoyando a los familiares de las víctimas.
Asimismo, recordó que el incidente se suscitó cuando se desgajó un cerro en la colonia Xaltepec, de ese municipio, y sepultó a un autobús con pasajeros que había parado en el lugar, así como a las familias de cinco viviendas contiguas.
A decir de algunos testigos, el autobús de la línea Moctezuma llevaba a bordo aproximadamente 30 pasajeros, ya que habían subido trabajadores de una maquiladora, procedentes de la comunidad El Pimiento.
Testigos dan cuenta que el camión tuvo que detenerse debido al lodo y piedras tras el deslave del cerro que bloqueó el paso, por lo que algunos pasajeros se bajaron para apoyar a trabajadores enviados por el ayuntamiento que limpiaban el camino.
En eso estaban cuando sobrevino un gran alud de lodo y piedras que arrasó con el autobús y con cinco casas ubicadas al pie del cerro, lo que generó un gran estruendo que hizo salir de sus casas a los vecinos de la colonia.
En tanto, algunas de las personas que limpiaban el camino pudieron salvarse al correr, pero los pasajeros del autobús quedaron sepultados, al igual que las familias de cinco viviendas.