Limoneros de Apatzingán y Buenavista, en el estado de Michoacán, realizan desde hace dos días un paro de labores en protesta por las extorsiones de las que son víctimas por parte de grupos del crimen organizado.
Cansados de ese abuso y de la inacción del Gobierno federal y del estatal para responder a sus demandas de seguridad, los limoneros determinaron realizar un paro en la producción para llamar la atención de las autoridades.
Esta no es la primera vez que recurren a esta medida, ya que el año pasado hicieron un paro por la misma razón; sin embargo, en esta ocasión advirtieron que no reanudarán el flujo de producción hasta que las autoridades les garanticen seguridad en el desarrollo de sus labores.
Se prevé que este paro de las principales regiones productoras de Michoacán tenga consecuencias en el corto plazo, ya que, ante una menor producción, se incrementará el precio del limón y habrá desempleo en el sector.
Además de los problemas en el plano económico y laboral, la razón del paro de limoneros de Michoacán: la inseguridad, podría afectar negativamente la reputación de México como productor a nivel internacional y ahuyentar eventuales inversiones en el sector.
Gobierno estatal confirma paro
Entre el 70 y el 80% de las empacadoras de limón del Valle de Apatzingán se encuentran en paro desde hace dos días, confirmó el secretario de Gobierno de Michoacán, Carlos Torres Piña.
El funcionario estatal desestimó las denuncias de los limoneros y aseveró que el “cierre momentáneo” de las empacadoras se debe al desplome del precio del limón mexicano, muy demandado a nivel nacional.
De acuerdo con el propio Gobierno estatal, los productores reciben entre 7 y 8 pesos por kilo por parte de las empacadoras, mientras que en tiendas departamentales se vende en precios desde 36.90 hasta 49.90 pesos el kilo.
En entrevista con Imagen Radio, Guadalupe Mora, hermano del finado Hipólito Mora –exlíder de las autodefensas de Michoacán–, reveló que, además del bajo precio que reciben por el limón, los productores deben pagar “cuotas” de entre uno y tres pesos por kilo a grupos locales del crimen organizado.