El presidente Andrés Manuel López Obrador consideró este jueves que el conflicto en la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP) deben resolverlo las autoridades ministeriales, sin que exista influyentismo.
“Ese caso es muy debatido, he escuchado puntos de vista. Lo mejor es que la Fiscalía (General de la República) resuelva, que las autoridades actúen con rectitud, que no se inclinen a favor de uno u otro, que le den la razón a quien la tiene, que no haya influyentismo, que se imparta justicia, ese es mi punto de vista”, indicó al ser cuestionado en conferencia de prensa.
“Ya no es el tiempo de antes”, agregó, por lo que si alguien hace “chanchuyos”, va a ganar el pleito pero va a perder respetabilidad.
Existe una investigación del gobierno de Puebla porque la Fundación Mary Street Jenkins “donó” su patrimonio a entidades en Jalisco e incluso fue a parar a cuentas de Panamá, por lo que se presentaron recursos legales para recuperar los bienes.
Tras ello un juez de la Ciudad de México ordenó que un nuevo patronato nombrado por la Junta para el Cuidado de las Instituciones y Asistencia Privada del Estado de Puebla tomara control del campus de la UDLAP desde junio pasado y a la fecha se mantiene esa disposición.
Aunque la Fundación Mary Street Jenkins inició procesos legales para recuperar la administración del inmueble, lo que aún no se resuelve de manera definitiva.
El presidente consideró que los pleitos por herencias son muy lamentables, “si los finados padres resucitaran se volverían a morir. Por eso una recomendación es que la gente mayor que deje su testamento de lo mucho o de lo poco que tenga, y que no esté pensando que no va a haber problemas, que piense que sí va a haber problemas, el dinero es una tentación”.
Señaló que en el caso de la UDLAP ya intervienen tribunales y ojalá que actúen con justicia, por la vía civil.
Cabe señalar que la Suprema Corte de Justicia de la Nación atrajo el litigio entre integrantes de la familia Jenkins, quienes enfrentan órdenes de aprehensión y permanecen prófugos, acusados de desviar 14 mil millones de pesos de la Fundación Mary Street Jenkins.