Policías de la Ciudad de México agredieron y retuvieron este lunes a cuatro fotorreporteras, una de ellas de la Agencia Efe, que cubrían una manifestación en el metro capitalino por el Día Internacional de la Mujer.
Los hechos ocurrieron alrededor del mediodía en el interior de la estación de metro Hidalgo, en el centro de la capital, cuando las fotógrafas seguían una marcha de mujeres que pintaron las instalaciones del suburbano.
De acuerdo con el relato de Sáshenka Gutiérrez, fotoperiodista de Efe, decenas de policías “empezaron a agredir a las compañeras fotógrafas” y las intentaron arrestar a pesar de que se identificaron en todo momento como periodistas.
Previo a la cobertura de la marcha por el #8M, tres compañeras y yo, fuimos agredidas por la policía @SSC_CDMX al interior del Metro. Desde un inicio nos identificamos; sin embargo nos golpearon, nos tiraron, nos esposaron y retuvieron. @Claudiashein @MetroCDMX pic.twitter.com/fORGHe7QXB
— sashenka (@SashenkaMiss) March 8, 2021
Además de Sáshenka Gutiérrez, fueron agredidas Gabriela Esquivel, de 24 Horas; Leslie Pérez, del Heraldo de México y Graciela López, de Cuartoscuro. Estas dos últimas llegaron a ser esposadas y retenidas contra la pared por agentes de policía.
“No nos dejaban salir, cerraron el acceso del metro y nos volvieron a dar patadas, nos jalaron del pelo y no hicieron caso de que éramos prensa. Nos querían quitar las cámaras”, explicó Gutiérrez, quien grabó vídeos de lo ocurrido.
Golpearon y gasearon a mujeres periodistas y manifestantes, les aventaron petardos, las encapsularon. Se reporta que se llevaron a dos periodistas, entre ellas @SashenkaMiss.
Ya basta de represión, @Claudiashein. Dejen en paz a las morras, te hacemos responsable de todo esto. pic.twitter.com/lNpDlspKAp
— Las brujas del mar (@brujasdelmar) March 8, 2021
Además, la policía accionó los extintores para reducir la visibilidad y volver a golpearlas. Dos fotorreporteras pudieron salir ayudadas por manifestantes que regresaron a buscarlas, mientras las otras dos quedaron retenidas hasta que llegó la Brigada Marabunta, una ONG defensora de la libre manifestación que intercedió ante la policía.