Diego Santoy Riveroll, responsable por el asesinato de dos niños de 7 y 9 años en 2006 en Monterrey, Nuevo León, recibió una sentencia definitiva de 71 años, 7 meses y 27 días.
El hombre fue condenado por homicidio calificado de los dos niños, intento de homicidio calificado en perjuicio de su novia, Éricka Peña; robo calificado, por robar su auto, y privación ilegal de la libertad en su carácter de secuestro en contra de Catalina Bautista, trabajadora doméstica de la familia
Cabe recordar que en marzo de 2006, protagonizó uno de los hechos más terribles ocurridos en la historia reciente de Nuevo León, que le llevó a ganarse el sobrenombre de El asesino de Cumbres.
De acuerdo con las investigaciones, el acusado golpeó a Érika Peña con un martillo en la cabeza, además de herirla en varias ocasiones con una navaja.