Hace poco menos de una semana, la niña Alondra Luna Núñez, de 14 años de edad, fue sacada de su escuela en Guanajuato por agentes de la Policía Federal adscritos a la Interpol, subida a una patrulla y, posteriormente, enviada a Estados Unidos, todo ello bajo la mirda de sus padres.
Se trata de un caso legal por la custodia de la niña que estuvo, desde un principio, plagado de errores. Los días de desesperación y angustia para Alondra y sus padres llegaron ayer a su fin cuando la niña finalmente regresó a México.
“Mañana me preguntan todo lo que quieran, ahorita quiero estar con mis papás”, fueron las primeras declaraciones de Alondra a la enorme cantidad de periodistas que ya la esperaban en el Aeropuerto Internacional de Guanajuato, donde después de seis días de estar separada de ellos, finalmente se reunió con sus padres.
La pesadilla que vivió la familia Luna Núñez tuvo su origen en una denuncia de una mujer en Texas, Estados Unidos, quien aseguraba ser la madre biológica de Alondra y haber sido separada de ella porque su padre la sustrajo de su hogar.
El caso de Alondra sacudió a México, ya que a través de un video en YouTube se difundió el momento en el que la niña fue sacada por la fuerza de su escuela y obligada a subir a la patrulla de la Policía Federal.
Todo se remonta al año 2007, cuando la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) recibió una “solicitud de retorno” de la menor que supuestamente fue sustraída de Estados Unidos por su padre.
Años después, en marzo de 2015, las autoridades estadounidenses informaron que la mujer en Texas que reclamaba a la niña viajó a Guanajuato. Al ver a Alondra creyó identificar a su hija por una cicatriz entre las cejas.
Lo anterior, señala la cancillería, “confirmaba que se trataba de su hija, a quien había buscado por ocho años” e indica que, “en acatamiento a los estándares internacionales” de La Haya, una jueza solicitó la intervención de la Interpol y ordenó el envío de la menor a Estados Unidos, aun cuando los verdaderos familiares de la menor “expresaron que se trataba de una niña distinta”.
Ya en Estados Unidos y alertados los consulados de México en Laredo y Houston, se decidió someter a la niña mexicana a exámenes genéticos, que resultaron negativos con respecto a la mujer en Texas que interpuso la denuncia y que creyó ver en Alondra a su hija.
Por lo anterior, dijo la SRE, “de manera inmediata se procedió a operar la repatriación de la menor” para entregarla a sus verdaderos padres, Gustavo Luna y Susana Núñez, y señaló que, como dependencia, en este caso solo fungió como “facilitador del inicio del procedimiento judicial”, sin representar a ninguna de las partes.
Ayer, en el Aeropuerto Internacional de Guanajuato, Gustavo Luna, el padre de Alondra, comentó a los representantes de los medios: “Yo pienso que se equivocaron en todo las autoridades que estuvieron involucradas (…) Todo estuvo mal desde un principio”. Y aunque por el momento lo único que desea es disfrutar de la presencia de su hija, no descartó emprender acciones legales contra los responsables de este error que hizo vivir a su familia seis largos días de angustia e incertidumbre.