El exjefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard Casaubon, presentó su renuncia, con carácter de irrevocable, al Partido de la Revolución Democrática (PRD), en una carta dirigida a Carlos Navarrete Ruiz, presidente nacional de ese instituto político.
Ebrard Casaubon argumenta que su decisión obedece al acercamiento de la dirigencia del partido al presidente Erique Peña Nieto y al partido Revolucionario Institucional (PRI), ya que, considera, éste, “es incompatible con los objetivos y deberes políticos de la izquierda mexicana.”
Recordó que desde 2013 había expresado su desacuerdo con el denominado Pacto por México, pero contrario a lo que esperaba por parte del PRD, dice ver “con tristeza que esa línea se mantiene e incluso se acentúa.”
De esta manera, el exjefe del gobierno capitalino pone fin a una militancia de diez años, en los que, sostiene, “he dado la lucha por mis convicciones en el Congreso del Partido, en la contienda interna”.
Y dice que “hoy es a todas luces imposible” seguir dando esa batalla interna “cuando la dirigencia acepta el veto impuesto por el Jefe de Gobierno en contra de mi participación política.”
Asegura que no se va para buscar fuero político, “porque no lo necesito y ya no existe”, y que su decisión no es por un arrebato, sino “fruto de una serena reflexión”.
Finalmente, Ebrard Casaubon agradece “a l@s compañeros del PRD en toda la República su apoyo y muestras de simpatía” en este último periodo como militante del sol azteca, que ha calificado de “días difíciles de calumnia y exclusión”.

