Tras más de 24 horas de funerales del mexicano Édgar Tamayo Arias, ejecutado el pasado 22 de enero, en Huntsville Texas, este domingo finalmente sus restos fueron sepultados en el panteón municipal de Dolores en el municipio de Miacatlán.
Cerca de las cuatro de la tarde cientos de personas comenzaron a conglomerarse en la casa de “Los Tamayo” donde fue velado el cuerpo, y dónde nuevamente sus familiares condenaron la postura del gobierno estadunidense.
Es vergonzoso que en pleno siglo XXI se lleven a cabo este tipo de ejecuciones, tal parece que estamos en la época de la santa inquisición, debería darles vergüenza y temor a Dios”, señaló una de sus familiares.
Por su parte, el presidente de la Confederación de Asociaciones y Clubes de Morelenses de Estados Unidos, Pablo Castro, informó que la campaña “Salvemos a Édgar” emprendida para intentar frenar la pena capital fijada por las autoridades norteamericanas, continuará para brindar apoyo a los cincuenta connacionales que se encuentra en el corredor de la muerte esperando recibir su condena.
Nuestra campaña Salvemos a Édgar seguirá en este camino apoyando a otros paisanos en memoria de Édgar Tamayo”, sostuvo.
Finalmente una caravana acompañada de música de banda, chinelos y decenas de coronas de flores partió hasta la parroquia de Santo Tomás Apóstol en dónde el obispo de Cuernavaca, Ramón Castro Castro ofició una misa de cuerpo presente.
Ahí el cantautor Teodoro Bello además de dar el pésame a la familia y amigos, interpretó “Inyección letal”, canción que compuso basándose en la historia de Édgar Tamayo.
El cortejo partió hasta el rodeo para que diera su último recorrido en dónde Édgar durante su juventud solía montar toros y por lo que recibió el apodo de “La yegua de Miacatlán”.
Posteriormente el cortejo fúnebre concluyó en el panteón municipal de Dolores, en dónde su familia agradeció la compañía y apoyo de sus amigos durante las últimas horas, hasta que se llevó a cabo el sepelio de Édgar Tamayo Arias.
