La Unión Europea ha acordado un nuevo paquete de sanciones contra Rusia, coincidiendo con el tercer aniversario de la invasión de Ucrania. Este decimosexto conjunto de medidas restrictivas, aprobado en el Consejo de Ministros de Exteriores, se centra en reducir la capacidad de Rusia para eludir las sanciones, especialmente aquellas relacionadas con el petróleo ruso.
Entre las principales sanciones de la UE se encuentran la prohibición de transacciones con once puertos y aeropuertos rusos, con el objetivo de frenar la evasión del tope al precio del petróleo ruso. Además, se excluye a trece bancos rusos del sistema bancario internacional SWIFT y se imponen restricciones adicionales a otras instituciones financieras.
Las sanciones también afectan a la “flota fantasma” rusa, con 73 nuevos barcos sancionados por ayudar a Rusia a esquivar las restricciones sobre su petróleo.
Otro aspecto clave de las nuevas medidas es la prohibición de importar aluminio desde Rusia, un paso significativo en la guerra económica contra Moscú. También se incluyen restricciones en el sector de la refinería de crudo y gas, suspendiendo la exportación de servicios de refinería a Rusia.
La lista de personas y entidades sancionadas se ampliará, incluyendo a 53 nuevas entidades vinculadas al sector de defensa y seguridad ruso, y 48 personas con restricciones de viaje y congelación de activos. Además, ocho medios de comunicación rusos perderán sus licencias de radiodifusión en la UE.
Las nuevas sanciones también imponen medidas en el sector de la electrónica, con restricciones a la exportación de productos químicos y materiales utilizados en la fabricación de tecnología. Asimismo, se aplican nuevos criterios de sanción a aquellos que apoyen la industria militar rusa, incluidos los operadores de la flota fantasma.
Por último, la UE ha decidido equiparar las sanciones contra Bielorrusia y otras zonas no controladas por el gobierno ucraniano, con el objetivo de reforzar la presión económica y política sobre Rusia.