Este miércoles, más de 50 organizaciones sin fines de lucro en Puerto Rico expresaron su firme rechazo a las “expresiones racistas y de odio” lanzadas contra la isla durante un mitin del expresidente Donald Trump.
La indignación se desató tras los comentarios del comediante Tony Hinchcliffe, quien se refirió a Puerto Rico como “una isla flotante de basura”. En un comunicado, la Hispanic Federation destacó que tales declaraciones son “aterradoras e indignantes” y no serán toleradas.
Las organizaciones firmantes advirtieron que permitir este tipo de retórica podría abrir la puerta a más violencia, odio e injusticia, elementos contra los cuales han luchado a lo largo de la historia.
“Ninguna persona, candidato o partido político puede promover violencia y faltarle el respeto al pueblo sin consecuencias”, subrayaron en el comunicado.
Además, hicieron un llamado a la diáspora puertorriqueña, que supera los 5 millones en Estados Unidos, instando a los puertorriqueños a participar en las próximas elecciones.
“Todos aquellos que sean elegidos deben respetar a Puerto Rico y sus valores”, afirmaron las organizaciones. Desde el archipiélago, tenemos la responsabilidad de tomar acciones en solidaridad para defender nuestro derecho a vivir en paz”.
A raíz de los insultos, algunos activistas lanzaron pintura roja sobre las estatuas de presidentes estadounidenses en el Paseo de los Presidentes en San Juan, como una forma de protesta.
Tito Román, uno de los activistas arrestados tras el acto, manifestó que esta acción era una expresión del pueblo puertorriqueño ante la política de odio promovida por el Partido Republicano.
Bad Bunny también homenajeó a Puerto Rico a través de un video que destaca las riquezas culturales y naturales de la isla.
La respuesta ha sido unánime, con la clase política y artistas puertorriqueños condenando los comentarios despectivos y promoviendo el voto en favor de la candidata demócrata Kamala Harris.