Pedro Sánchez ha tomado posesión como presidente del Gobierno español en una ceremonia llevada a cabo en el Palacio de la Zarzuela, ante la presencia del rey Felipe VI. Al jurar el cargo, Sánchez expresó su compromiso de cumplir con las obligaciones presidenciales, mostrando lealtad al rey y respeto a la Constitución.
A pesar de lograr la revalidación de su cargo con el apoyo necesario en el Congreso, Sánchez se enfrenta a una legislatura compleja. La estabilidad de su Gobierno dependerá no solo de sus socios de SUMAR, sino también de las alianzas políticas que ha forjado y que deberá mantener para asegurar apoyos en la presentación de proyectos legislativos.
Prometo, por mi conciencia y honor, cumplir fielmente con las obligaciones del cargo de presidente del Gobierno, con lealtad al Rey, y guardar y hacer guardar la Constitución como norma fundamental del Estado, así como mantener el secreto de las deliberaciones del Consejo de… pic.twitter.com/RS4bxv36J8
— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) November 17, 2023
La incertidumbre persiste sobre la configuración del nuevo Consejo de Ministros. Con 22 ministros actualmente en funciones, se desconoce si Sánchez optará por reducir carteras o modificar la composición. La incógnita también recae en si conservará a algunos miembros del gabinete anterior o si realizará cambios significativos.
La jornada de reelección de Sánchez no estuvo exenta de tensiones. Protestas reunieron a alrededor de 4.000 personas frente a la sede del PSOE en Madrid, comenzando pacíficamente pero culminando con altercados y cargas policiales. Este descontento se tradujo en siete detenciones y daños materiales causados por pequeños grupos de manifestantes radicales.
Pedro Sánchez promete ante el Rey su cargo como Presidente del Gobierno.
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— Casa de S.M. el Rey (@CasaReal) November 17, 2023
Con este segundo mandato, Pedro Sánchez se enfrenta a un escenario político complejo, donde la gestión de alianzas y la respuesta a las demandas ciudadanas serán cruciales para la estabilidad gubernamental. La incertidumbre sobre la configuración del nuevo Gobierno agrega un elemento adicional a los desafíos que el presidente deberá superar en los próximos años.