El presidente electo de Guatemala, Bernardo Arévalo de León, ha hecho un enérgico llamado al actual mandatario, Alejandro Giammattei. Arévalo le exigió que pida la renuncia de la fiscal general, Consuelo Porras, en medio de una ola de protestas que ha paralizado el país durante más de 10 días.
Estas protestas, que se han caracterizado como las más grandes en la historia del país, exigiendo la dimisión de Porras, quien se resiste a dejar su cargo. La búsqueda de destitución de Porras por parte de Arévalo provienes desde semanas atrás. Incluso la acusó directamente de orquestar un “golpe de Estado” para evitar que llegue a la presidencia.
Arévalo de León expresó su preocupación por el silencio de Giammattei en este asunto, calificándolo como un “insulto al pueblo de Guatemala“. Además, resaltó que las manifestaciones no son partidistas, sino que buscan defender la democracia del país. Las protestas han sido convocadas por la organización indígena 48 Cantones, del departamento de Totonicapán, y han recibido amplio respaldo en todo el territorio guatemalteco.
Las tensiones han aumentado en los últimos días. Esto empeoró cuando Giammattei invitó en tres ocasiones a Arévalo de León a “dialogar” respecto a las manifestaciones. Sin embargo, a la vez lo ha responsabilizado por los bloqueos que han afectado a más de 120 carreteras. Estos disturbios han provocado el cierre de numerosos comercios en todo el país.
El presidente electo ha enfatizado que el pueblo guatemalteco no está en las calles en su nombre, sino para proteger la democracia y exigir la salida de Porras, a quien se le acusa de intentar modificar los resultados de las elecciones que llevaron a Arévalo de León al poder.
La crisis política en Guatemala continúa en desarrollo, y la presión sobre Giammattei para tomar medidas en respuesta a las demandas del pueblo sigue creciendo. Mientras tanto, el país sigue siendo testigo de una profunda división y una situación de tensión que afecta a la vida cotidiana de sus ciudadanos.
Con información de EFE.