La temporada de huracanes de 2023 en el Atlántico se acerca, y la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos ha presentado sus pronósticos. Según la NOAA, se espera que esta temporada sea “casi normal”, con entre 12 y 17 tormentas de estas entre 5 y 9 podrían alcanzar la categoría de huracán, y al menos uno de ellos podría ser un huracán mayor. Estos pronósticos brindan información valiosa para las personas que viven en áreas propensas a tormentas, ya que les permite prepararse y evaluar los riesgos potenciales.
En junio, la NOAA tiene programado lanzar un nuevo modelo de observación de huracanes que se convertirá en el “principal” de la agencia federal. Este nuevo sistema, llamado Sistema de Análisis y Pronóstico de Huracanes, promete mejorar los pronósticos de trayectoria e intensidad en un 15% en comparación con los modelos existentes. El objetivo principal de este nuevo modelo es mejorar el pronóstico de intensificación rápida de los huracanes.
Además, la NOAA planea ampliar su capacidad informática en un 20 por ciento en julio. Esta actualización permitirá ejecutar modelos de pronóstico más complejos y brindará una potencia informática más rápida y eficiente para la predicción operativa, la investigación y el desarrollo. Estas mejoras tecnológicas son fundamentales para proporcionar pronósticos más precisos y actualizados, lo que resulta crucial en situaciones de emergencia.
El año pasado, Estados Unidos sufrió el impacto de 14 tormentas con nombre, incluidos tres huracanes. Estos eventos causaron daños colectivos por un total de 117 mil millones de dólares, ajustados a la inflación. Teniendo en cuenta la devastación pasada, los expertos en manejo de emergencias y protección civil enfatizan la importancia de seguir las recomendaciones de la NOAA y estar preparados ante la posibilidad de una temporada de huracanes activa.
Los pronósticos iniciales de la NOAA coinciden en gran medida con las estimaciones de los investigadores de la Universidad de Colorado (CSU), quienes prevén una temporada ligeramente por debajo del promedio en la cuenca del Atlántico. Aunque la temporada oficialmente no ha comenzado, el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos ha alertado sobre un posible desarrollo de un sistema de baja presión no tropical frente a la costa sureste del país en los próximos días.