La revista Cell publicó un artículo este jueves en el que detalla que una paciente de Nueva York, Estados Unidos, se curó del VIH gracias a un trasplante de células madre, de esta manera, se convirtió en la cuarta persona que logró la remisión del virus del sida. El procedimiento con el que se logró esta hazaña es bastante complicado, pues las células madres que se trasplantaron, además de ser compatibles con la paciente, están modificadas para impedir que el virus penetre en las células de la paciente.
Yvonne Bryson, especialista en la división de Infecciosas del Departamento de Pediatría de la Universidad de California (Los Ángeles) y autora del del estudio, informó que en los en los otros casos en los que se logró curar el VIH, los dos pacientes de Alemania y el de Londres consiguieron superar el virus con células madres adultas; sin embargo, el tratamiento de su paciente utilizó células de sangre de cordón umbilical, gracias a este método la mujer superó un cáncer en la sangre y el VIH, por lo que después de 30 meses sin retrovirales no hay rastro del virus.
“Actualmente está clínicamente sana. Está libre de cáncer y de VIH. Y lo llamamos (al tratamiento) una posible cura más que una cura definitiva”, informó la doctora Bryson.
La razón por la que se habla de una posible cura, de acuerdo con la doctora, es por que este procedimiento no es compatible para todas las personas con VIH; sin embargo, catalogó que estos avances son buenas noticias, pues abren el camino para encontrar la cura definitiva y ayuda a crear nuevas estrategias para combatir el virus.
Se estima que cerca de 38 millones de personas en el mundo tienen VIH. El virus del sida, hasta el día de hoy, es incurable, por lo que las personas que tiene el virus deben tomar medicamentos retrovirales de por vida, pues de esta manera se logra controlar el virus, pero no se elimina, queda de cierta manera inhabilitado, por lo que si los medicamentos se suspenden el virus se propaga.
Aunque los cuatro casos de remisión parecen abrir una brecha de esperanza para encontrar una cura, estos tratamientos no pueden ser aplicados a la población general con VIH. El trasplante de células madres es un procedimiento muy agresivo para el paciente, ya que la mortalidad podría ser del 40 por ciento; además, está destinada para pacientes con tumores hematológicos que prácticamente no tienen otra opción más que intentar este tratamiento porque no responden a otras terapias.
Además, expertos en VIH acusan que no sería ético someter a los pacientes a este tipo de tratamientos cuando los retrovirales son efectivos y permiten que el paciente se pueda conducir con normalidad.
La terapia consiste en retirar la médula ósea, donde están las células que producen la sangre, e insertar las células madre extraídas del donante, dichas células deben tener la mutación CCR5, que impide que el virus penetre en las células. Sí el procedimiento se realiza exitosamente, las nuevas células reemplazan a las enfermas, se reduce el tumor y se logra generar resistencia al VIH.