En la segunda comparecencia del narcotraficante Sergio Villareal Barragán, alias “El Grande”, detalló que el ex secretario de seguridad, Genaro García Luna, fue secuestrado por integrantes del Cártel de los Beltrán Leyva, sus escoltas no pusieron resistencia.
“El Grande” detalló que a principios de 2006 se produjo una ruptura dentro Cártel de Sinaloa, lo que desencadenó una guerra entre la facción comandada por los capos Joaquín “El Chapo” Guzmán e Ismael “El Mayo” Zambada contra los hermanos Beltrán Leyva. Señaló que “El Chapo” convenció a las fuerzas policiales de ir tras los cabecillas del Cártel de los Beltrán Leyva
Fue una guerra muy violenta, todos nos empezamos a matar”, agregó “El Grande”.
Villareal Barragán contó que, al inicio del sexenio de Felipe Calderón Hinojosa, los cargamentos de droga eran decomisados, “nos empezó caer gente del Gobierno” aseguró “El Grande”. Recordó que Arturo Beltrán Leyva, líder de del cártel que lleva sus apellidos, se percató que los operativos de la policía siempre sucedían después de que hablara con “El Mayo” o con “El Chapo”, por lo que conectó los puntos y se dio cuenta que había sido traicionado.
Narró que Arturo Beltrán perdió la paciencia cuando en un operativo del Ejército fue detenido su hermano Alfredo, alias “El Mochomo”, en enero de 2008. Pues a la captura se suman los millones de dólares entregados en sobornos a policías que supuestamente le garantizaban protección. Incluso, el día de ayer, “El Grande” aseguró que Arturo Beltrán le entregaba personalmente más de un millón de dólares a García Luna en maletas y bolsas, desde que se convirtió en director de la Agencia Federal de Investigación (AFI) en el gobierno de Vicente Fox Quesada (2000-2006).
Sergio Villareal Barragán agregó que cuando García Luna se convirtió en el titular de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) en el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012), la entrega de sobornos cambió, pues dejó de reunirse con los miembros del cártel y en su lugar mandaba a Luis Cárdenas Palomino, subdirector de Seguridad Privada de SSP y mano derecha de García Luna. Aseguró que García Luna supervisaba que la entrega del dinero a través de radios y llamadas telefónicas.
Por lo que al momento en que se produce la guerra entre los capos del narcotráfico, Arturo Beltrán se reunió con García Luna y le preguntó de qué lado estaba, a lo que el secretario de Seguridad Pública respondió “el problema es de ustedes, yo soy neutral”. “El Grande” considera que esto fue verdad, pues aseguró que García Luna trabajaba al mismo tiempo con “El Chapo”, “El Mayo” y Arturo Beltrán.
Ante esta falta de protección, de lealtad, más la captura de “El Mochomo”, Arturo Beltrán decidió secuestrar a García Luna. El secretario fue “levantado” en Morelos, de camino a Cocoyoc, los sicarios lo llevaron a una oficina del Cártel de los Beltrán Leyva. Después de la reunión, los narcotraficantes lo devolvieron al lugar en donde lo habían secuestrado.
Sergio Villareal narra que después de haber liberado a García Luna, los narcotraficantes Edgar Valdez Villareal, alias “La Barbie”, y Alberto Pineda Villa, “El Borrado”, se reían del secretario y cómo sus escoltas no pudieron evitar su captura. Esta historia fue narrada de manera similar por el escritor Ricardo Ravelo Galó, solo que, en su texto, acusaba que el rapto se produjo cuando era director de la AFI.
Captura de “El Rey”
“El Grande” recordó que tanto “El Chapo” como “Ismael Zambada” se convirtieron en enemigos de Beltrán Leyva, por lo que inició una guerra de asesinatos, secuestros y traiciones. El líder de los Beltrán Leyva estaba tan molesto que planeó asesinar a Jesús “El Rey” Zambada, hermano de “El Mayo”. Para así cumplir con la ley del talión: un hermano por otro.
Pero Sergio Villareal narró que le pidió a Arturo Beltrán que no lo hiciera, pues asesinarían a así hermano Alfredo en la cárcel. Por lo que entonces se planeó que detuvieran al “El Rey”. Por lo que sicarios del Cártel de los Beltrán Leyva se infiltraron dentro de la gente de “El Mayo” Zambada para poder capturara su hermano, quien era el encargado de los cargamentos de droga de “El Chapo” que pasaban por el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
“El Grande” narró que hubo dos intentos por capturar a “El Rey”, en uno se vendió al Ejército los movimientos y operaciones de “El Rey”, pero los soldados vendieron la información a gente de los Zambada.
El testigo narró que él formó parte del plan B para arrestar a Jesús Zambada. Sergio Villareal contó que él y otros sicarios se infiltraron en la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SIEDO), institución perteneciente a la Procuraduría Federal de la República. “El Grande” narró que los infiltrados se disfrazaron de policías de la SIEDO y en octubre de 2008, luego de un duró tiroteo en Ciudad de México, lograron capturar a “El Rey”.
Para Arturo no había nada imposible”, dijo Villareal Barragán
“Le ordené a las personas de la SIEDO que tomaran fotos de ‘El Rey’ y todos los detenidos”, cuenta Villareal Barragán, pues el propósito era que la gente de “El Chapo” y “El Mayo” no pudieran intercambiar a Jesús Zambada por alguien más y así fuera liberado.
En México todo es posible, hay mucha corrupción”, concluyó Villareal Barragán.
Felipe Calderón no sabía nada
“El Grande” contó que fue capturado el 12 de diciembre de 2010 en la ciudad de Puebla. El testigo narró que se encontraba en su casa con su familia cuando agentes de la Marina derribaron su puerta. Él se entregó para que no le hicieran nada a su familia. Villarreal Barragán cuenta que los agentes se robaron todo lo que pudieron.
Tras su captura pidió ser extraditado a Estados Unidos y poder hablar con agentes de Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), pero en su lugar lo llevaron con la titular de SIEDO, Marisela Morales Ibáñez, pero no confió en las autoridades mexicanas.
Narró que fue extraditado en 2012, poco antes de que terminara el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa, quien, de acuerdo con “El Grande”, no sabía de los vínculos de su gabinete con el crimen organizado.