La primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, anunció este jueves que se retirará del cargo el próximo 7 de febrero, nueve meses antes de que se lleven a cabo las elecciones generales.
Soy humana, los políticos somos humanos. Lo damos todo, todo el tiempo que podemos. Y entonces llega la hora. Para mí, ha llegado la hora”, detalló Jacinda Ardern.
Con lagrimas en los ojos Ardern señaló que después de cinco años y medio se ha quedado sin energía para “desarrollar el cargo como es debido”. Agregó que su tiempo como mandataria ha sido el más gratificante de su vida; sin embargo, quiere pasar más tiempo con su hija y poder casarse con su prometido.
La primera ministra expuso que se retira por motivos personales, pero el Partido Laborista, del cual es militante, se encuentra en su nivel más bajo de popularidad desde el 2017. El apoyo a la mandataria empezó a decaer cuando decidió prolongar las restricciones de salubridad impuestas por la pandemia de COVID-19. Además, se suma el declive económico del país, el incremento al coste de vida, la subida de la gasolina y los intereses.
Jacinta Ardern es una de las mandatarias más populares en el país, incluso al inicio de su mandato tuvo un alto nivel de aprobación. De hecho, cuando ganó las elecciones en 2020, fue la primera persona en obtener mayoría absoluta desde 1996. Su gobierno caracterizo por su liderazgo ejemplar ante los atentados terroristas de Christchurch y la erupción del volcán Whakaari.
Aunque sus niveles de popularidad bajaron, la realidad es que el Partido Laborista pierde con la dimisión de Ardern su mejor opción para ganar los próximos comicios. A esto se suma que el viceprimer ministro, Grant Robertson, anunció que no competirá en las próximas elecciones, por lo que el partido se ha quedado sin liderazgo, tampoco han anunciado quién podría contender por el cargo.
Sin embargo, Jacinta Ardern deja el puesto con una favorable imagen internacional, pues se logró posicionar en los medios internacionales como una de las principales figuras de la nueva izquierda, ya que su mandato se destacó por su progresismo y empatía. Incluso fue catalogada por la revista Foreign Pollicy como la “anti-Trump del mundo”.
Además, se convirtió en una figura del feminismo, pues la primera ministra no dejó que su vida profesional afectara su vida privada. Cuando tuvo a su hija, distintos opositores acusaron que no podría ser madre y ministra al mismo tiempo, por lo que Ardern decidió llevar a su hija recién nacida a la Asamblea General de las Naciones Unidas, con lo que puso fin a las críticas. Y si esto fuera poco, la primera ministra se convirtió en la mujer dirigente más joven del mundo con tan solo 37 años al momento de su elección.
Expertos en política de Nueva Zelanda señalan que la dimisión es para que Jacinta Ardern no pierda más aprobación en caso de que su partido pierda las próximas elecciones, como se tiene pronosticado. No obstante, Ardern acusó que el Partido Laborista vencerá al Partido Nacional, principal opositor.