Este lunes, los podres Legislativo, Judicial y Ejecutivo de Brasil, realizaron un comunicado conjunto para condenar los actos terroristas ocurridos en la tarde de ayer, en los que simpatizantes del expresidente Jair Bolsonaro, atacaron la Plaza de los Tres Poderes, lugar donde se ensueñan las instalaciones del Gobierno de Brasil.
La carta firmada por los titulares de los tres poderes exige que se tomen medidas institucionales, de acuerdo a las leyes brasileñas, para castigar a los responsables. También pidieron a la sociedad que mantengan la serenidad en defensa de la paz y la democracia del país.
Por su parte, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, decretó intervención federal para regresar la paz a Brasilia y el Distrito Federal hasta el 31 de enero. El día de ayer, las instalaciones de gobierno estuvieron tomadas por cinco horas.
El presidente realizó una conferencia esta mañana, en la que detalló que despachará desde el Palacio de Planalto, sede de Presidencia, aunque tenga daños. Agregó una vez más que su administración arrestará a todas las personas que participaron en este ataque, así como sus financiadores.
Señaló que nunca en la historia de Brasil se había un visto un ataque así a las tres instancias de gobierno y a la democracia. Agregó que este ataque solo pudo ser perpetuado por “vándalos fascistas”, quienes representan lo peor de la política.
Se desmantelan los campamentos bolsonaristas
Desde la noche del domingo, se aplicó el decreto de desmantelar a los distintos campamentos bolsonaristas que se encuentran en distintos puntos de Brasil. En estos bolsonaristas exigían que se repitan las elecciones y que se destituyera a Lula da Silva.
Por lo que, en las últimas horas del 8 de enero, se lograron desmantelar dos de estos campamentos y se arrestaron a más de 300 protestantes. Este día se deshizo el plantón frente a la puerta Cuartel General del Ejército en Brasilia, el cual llevaba dos meses. Aunque los números no han sido confirmados, se especula que tras este operativo se arrestaron a alrededor de 1200 personas y se necesitaron 40 camiones para que llevar a los detenidos a la sede de la policía federal.
Mientras tanto, Alexandre de Moraes, ministro del Supremo Tribunal Federal de Brasil, señaló que estos campamentos debían de quedar desmantelados en un lapso no mayor a 24 horas. Tanto el presidente de Brasil como Alexandre de Moraes acusaron que estos campamentos bolsonaristas fueron los sitios donde se planeó y se originó el ataque del 8 de enero.
Además, Moraes destituyó del cargo al gobernador del Distrito Federal de Brasilia, Ibaneis Rocha, por 90 días. Pues las autoridades de Brasil consideran que la policía militar, a cargo de Rocha, pudo haber detenido el ataque a los tres poderes.
Si esto no fuera suficiente, Alexandre de Moraes acusó que el atentado contra la Plaza de los Tres Poderes “solo pudo ocurrir con la ausencia y hasta con la participación efectiva de las autoridades”.
El día de ayer, Ibaneis Rocha destituyo del cargo a su secretario de Seguridad, Anderson Torres; además, Rocha este día había pedio disculpas al presidente Lula da Silva como a la cúpula de los poderes Legislativo y Judicial.