Como engañosas e ilógicas calificó el Gobierno de Siria las declaraciones que hizo la semana pasada el presidente de Estados Unidos (EE. UU.), Joe Biden, de que tienen retenido a un periodista estadounidense desde hace 10 años cuando cubría la guerra en la nación asiática.
A través de un comunicado emitido este día, el Ministerio de Exteriores sirio negó que en su territorio se encuentre retenido contra su voluntad el periodista norteamericano Austin Tice. De quien se tiene registro que su último paradero fue en las afueras de la capital, Damasco, en 2012.
Por lo que respondió a la acusación que hizo Biden afirmando que la nación de Medio Oriente no ha secuestrado ni desaparecido a ningún periodista de su territorio ni de otra nación. Esto debido a que está comprometido a respetar y propiciar los derechos internacionales para todo aquel que se encuentre en Siria.
Recordando, por último, que fue el mismo Gobierno de EE.UU. quien aceptó en su momento que Tice y otros periodistas estadounidenses entraron de forma ilegal a territorio sirio. Esto bajo el argumento de que iban a cubrir el evento militar que se desarrollaba en la nación asiática hace diez años.
Austin Tice, a diez años de no saber sobre su paradero
El periodista, fotógrafo y ex marine de los EE. UU. Austin Tice desapareció en 2012, cuando tenía 31 años, en la ciudad de Damasco, capital de Siria. Esto cuando se encontraba realizando la cobertura de la guerra civil que se desató contra el gobierno de Bachar al Asad.
De acuerdo a su familia, Tice llegó a la nación en conflicto en el mes de marzo de 2012 y fue en agosto del mismo año cuando dejaron de saber de él. Justo cuando se encontraba en la zona más peligrosa durante el conflicto, Daraya.
Misma zona donde las fuerzas militares de Bachar, horas después de que el periodista estadounidense llegó a la localidad, desplegaron una operación militar importante para restablecer el orden. Siendo organizaciones opositoras al régimen las que declararon a los medios internacionales que las fuerzas armadas comenzaron a detener y asesinar a todo aquel que se veía sospechoso.
Razón por la que su familia, así como el Gobierno de Estados Unidos, creen que el periodista, que trabaja por su propia cuenta para The Washington Post, CBS, AFP y McClatchy News; se encuentra aún con vida y retenido por el Gobierno de Siria.
Aunado a que esta versión es apoyada por un video que fue compartido en YouTube después de perder contacto con él, donde se ha identificado a Austin como la persona vendada y acompañada de un grupo armado.
Motivo por el que EE. UU. ha puesto como recompensa la cantidad de un millón de dólares (20 millones de pesos, aprox.) para quien de información de su paradero o de datos que ayuden a localizarlo. Esto a pesar de que ya han pasado 10 años de los hechos y aún no se sabe de manera certera dónde se ubica ni las condiciones en las que se encuentra.