Alexánder Guíntsburg, director del Centro Nacional de Investigación de Epidemiología y Microbiología Gamaleya de Moscú, aseveró este día que el fin de la pandemia está lejos de suceder y que la variante ómicron no será la última mutación que se registre del COVID-19.
En la reciente publicación de la agencia de noticias rusas Interfax, el experto manifestó que debido a que ómicron es más fácil de transmitirse es que más variantes surgirán, incluso al grado de que sea más viable que surja una cepa más peligrosa a que termine este año la pandemia.
Por esa razón, el dirigente del laboratorio donde se creó la vacuna Sputnik V recalcó que es necesario que todo el mundo cuente con el cuadro completo de vacunación, ya que está es la única forma en que el COVID-19 sea superado. Porque de lo contrario, nuevas cepas vendrán y con el tiempo las vacunas dejarán de ser efectivas.
En ese sentido, informó que un estudio realizado en conjunto por el Instituto Spallanzani (Italia) y del Centro Gamaleya demostró que el biológico Sputnik V tiene dos veces más eficacia para proteger a las personas de ómicron que la vacuna de Pfizer.