Israel, empezó con una investigación para convertir la vacuna contra el Covid-19 en una píldora, con esto, se mantiene a la vanguardia en el combate al coronavirus SARS-CoV-2.
Cabe recordar que, mediante un acuerdo comercial especial con el laboratorio estadounidense Pfizer, que trabaja con la alemana BioNtech, Israel fue el primer país en contar con el suministro suficiente de vacunas para inocular a sus 9.3 millones de habitantes.
A la fecha, 62% de su población ha recibido la pauta completa y, sin embargo, batallan de igual forma en contra de la variante Delta, que ha traído un repunte en sus números de contagios diarios.
Las vacunas orales son particularmente atractivas para el mundo en desarrollo, pues reducen la carga logística de las campañas de inmunización, dijo Kidron. Pero también podrían aumentar la aceptación en los países ricos, donde la aversión a las agujas son un factor que juega en contra de los porcentajes de protección.
Una encuesta reciente encontró que casi 19 millones de estadounidenses que rechazan las vacunas las tomarían si tuvieran una opción en forma de píldora. Otros beneficios incluyen la reducción de desechos de plástico y jeringas, y potencialmente menos efectos secundarios.