El copiloto de Germanwings, Andreas Lubitz, aceleró en repetidas ocasiones el Airbus A320 y utilizó el piloto automático para que la aeronave se dirigiera hacia los Alpes, reveló este viernes la oficina de investigaciones y análisis (BEA, por sus siglas en francés) para la seguridad de la aviación civil.
Estos nuevos datos acerca del siniestro que dejó un saldo de 150 personas muertas el 24 de marzo pasado, son resultado de la lectura inicial de los datos de vuelo registrados en la segunda caja negra del avión, encontrada en la zona de la tragedia este jueves.
La BEA señaló que un primer análisis de los parámetros registrados por la caja revela que el copiloto activó el piloto automático para hacer descender el avión y, al mismo tiempo, ajustó varias veces el dispositivo para acelerar el avión.
Aun cuando lo anterior refuerza la versión de que el copiloto estrelló el avión de manera intencional, el estudio de los datos registrados por la segunda caja negra continúan y los investigadores aún tratan de averiguar los motivos de Andreas Lubitz.
Todo planeado
De acuerdo con fiscales del caso, el copiloto de Germanwings estuvo buscando información sobre métodos de suicidio y la puerta de seguridad de la cabina una semana antes del incidente.
Sobre este particular, la fiscalía alemana había revelado que los registros médicos de Lubitz previos a obtener su licencia de piloto refirieron “tendencias suicidas” y Lufthansa, la empresa matriz de Germanwings, dijo que hace seis años Lubitz sufrió un episodio de “depresión severa” antes de terminar su formación.