El ex presidente francés Nicolas Sarkozy ha sido detenido y, según medios, está siendo interrogado por investigadores financieros en relación a un caso de corrupción que está sacudiendo a la clase política conservadora de Francia.
Los agentes, según indicaron los medios franceses, le pusieron en régimen de ‘garde à vue’, una medida inédita para un antiguo mandatario y durante la cual está bajo la jurisdicción de la Policía judicial y con asistencia letrada, lo que permite interrogarle hasta 48 horas.
Sarkozy llegó a la sede policial poco después de las 08.00 hora local (06.00 GMT) y un día después de que también fueran interrogados su abogado, Thierry Herzog, y dos altos magistrados del Tribunal de Casación, Gilbert Azibert y Patrick Sassoust, que siguen en régimen de detención provisional.
De Azibert, cercano al letrado del ex presidente, se sospecha que recababa información de consejeros del Tribunal Supremo sobre los avances en la investigación sobre presunta la financiación ilegal de la campaña que llevó a Sarkozy al Palacio del Elíseo.
Según esa teoría, el defensor de Sarkozy le prometió como contrapartida que el expresidente le ayudaría a conseguir un puesto en la administración de Mónaco que buscaba.
En el llamado “caso de las escuchas” se investiga, entre otros asuntos, si el político conservador recibió financiación ilegal para su campaña presidencial de parte de la multimillonaria heredera del grupo de cosméticos L’Oréal, Liliane Bettencourt, y del depuesto dictador libio Muamar el Gadafi.
La investigación estaba relacionada, en origen, con las pesquisas abiertas en abril de 2013 para determinar si parte de la campaña que le llevó al cargo en 2007 fue financiada por el régimen libio.
Las escuchas a las que fue sometido Sarkozy posteriormente condujeron el pasado febrero a la apertura de una investigación judicial por los cargos de “violación del secreto del sumario” y de “tráfico de influencias”.
GOLPE POLÍTICO
La detención amenaza con enturbiar aún más la reputación de Sarkozy justo cuando estudia volver a la política tras su derrota en 2012 ante el actual presidente francés, François Hollande.
Aliados de su partido conservador UMP —que lleva en una crisis de liderazgo por cuestiones sobre el gasto durante la campaña presidencial de Sarkozy en 2012— saltaron a defender al ex presidente.
Nunca se ha impuesto ese trato a un ex presidente, con ese brote de odio”, dijo en su cuenta de Twitter el martes por la mañana el legislador Christian Estrosi.
El gobierno socialista, a su vez, intentó mantenerse al margen de la polémica.
Las autoridades de justicia están investigando, deben llevar la tarea a su fin. Nicolas Sarkozy es un ciudadano que responde ante la justicia como cualquier otro”, dijo el portavoz del gobierno Stephane Le Foll en la televisión i-Tele.
jrr