María Hilda Bustillos Lucas, quien en las últimas semanas ha sido mejor conocida como Lili Bustillos, siempre estuvo acostumbrada a tener la atención de las cámaras desde que ganó el título de Miss Puebla en 1991.
Sin embargo, las cosas dentro de su vida se tornarán por un mal camino y más tarde terminaría creando una red de trata de personas, en la cual atraía a mujeres de la Sierra Norte para convertirlas en empleadas domésticas y explotarlas laboralmente, quedando con su dinero obtenido y manteniéndolas encerradas.
Luego de ser dejada en libertad por una supuesta violación a sus derechos humanos, la suma de denuncias en su contra creció, lo cual genero la indignación de la sociedad, por tal motivo se volvió a ejercer otra orden de aprehensión en su contra, misma que terminaría siendo efectiva el pasado 18 de marzo cuando de nueva cuenta fue detenida en la colonia San Pedro de la ciudad de Puebla.
La mujer, originaria de Zacapoaxtla, hace aproximadamente 30 años, logró abandonar su comunidad de origen y casarse con un empresario poblano, lo cual la llevó a ser reconocida entre las mujeres en el territorio poblano, motivo que utiliza perfectamente para atraer a mujeres de su propio municipio, Cuetzalan y Xochitlán, bajo la promesa de ayudarlas a salir adelante.
Mediante una serie de anuncios en redes sociales, Bustillos atraía a las mujeres ofreciéndoles un sueldo de mil 800 pesos semanales, comida, alojamiento y días de descanso, algo que a primera vista resultaba sumamente atractivo.
Durante muchos años, muchas mujeres cayeron en esta trampa y aceptaron trabajar con ella, fue así como las llevaba a su domicilio en la colonia Jardines de San Manuel de la capital poblana.
Incluso algunas víctimas llegaron a mencionar que la mujer les hacía creer que estaban en una colonia con distinto nombre, esto con el propósito de desorientarlas y evitar que escaparan.
Una vez que llegaban al domicilio, encerraba a las mujeres, no les brindaba comida y además las agredía verbalmente, golpeaba y las mantenía trabajando casi todo el día, intimidándolas y amenazándolas diciendo que era una persona muy influyente en el estado.
Una joven fue la que tuvo el valor de acudir y levantar una denuncia de lo que pasaba ante la Fiscalía General del Estado de Puebla (FGE), quienes rápidamente tomaron el caso y lanzaron una orden de aprehensión en su contra, la se hizo valida el 9 de marzo cuando la mujer fue detenida en las instalaciones del Instituto Oriente.
Posteriormente fue dejada en libertad, ante una supuesta violación a sus derechos humanos al momento de su detención, decisión que desató el enojo, de la sociedad, así como de algunos colectivos.
Motivo por el cual el pasado 18 de marzo se logró la reaprehensión de Lili Bustillos, cuyas víctimas esperan que se haga justicia y la mujer reciba un castigo adecuado.