Rosa María López y Jorge Antonio Apan llegaron a Puebla el viernes 13 de septiembre aprovechando el puente de las fiestas patrias, planeaban regresar a Zihuatanejo el domingo, pero debido a las afectaciones que generó la tormenta “Manuel” en Guerrero no han podido volver; el dinero se les acaba y están preocupados por sus hijos de 12 y 19 años que están solos en su casa, por ello, acudieron al gobierno del estado para solicitar ayuda, misma que les fue negada.
Los guerrerenses vieron en las noticias que el gobierno poblano mandó un avión a Zihuatanejo para rescatar a 153 ciudadanos que se encontraban atorados y que no podían salir más que por aire, ya que el puente que conecta con la ciudad de Acapulco se derrumbó, por eso decidieron hoy buscar alguna dependencia que los apoyara.
Primero fueron al ayuntamiento, donde consiguieron un descuento del 50 por ciento para viajar a la ciudad de México, pero como no están saliendo camiones a Zihuatanejo fueron a las oficinas de la Secretaría General de Gobierno (SGG), en la 14 Oriente, número 1204, para ver si habría forma de los auxiliara a conseguir transporte aéreo, pero de allí los mandaron a la Coordinación General de Atención Ciudadana en el Centro Integral de Servicios (CIS), en la Vía Atlixcáyotl, donde finalmente les dijeron que ellos no podían hacer nada.
Rosa María y Jorge Antonio partieron frustrados, sobre todo, tristes porque esperaban reunirse pronto con sus familiares, quienes están padeciendo una situación muy difícil en Zihuatanejo, pues no hay paso para entrar o salir: “No se vale que la ayuda sea de allá para acá y de aquí nada”, sostuvo la señora, Rosa María.
“Los comestibles están escasos, por eso queremos llevarles algo a nuestros hijos y la demás familia, dicen que el huevo está a más de 100 pesos por kilogramo y que casi ya no hay (…) Les mandamos 500 pesos para ver qué podían comprar”, comentó el señor, Antonio, quien ya compró jitomate, papas y frijoles para llevarse cuando puedan regresar a su casa.
Mientras su esposa dijo que según les cuentan sus familiares en Zihuatanejo no hay agua potable, porque se rompieron las tuberías, además que no hay paso porque desde Lázaro Cárdenas hasta Las Cañas el camino es muy feo.
La principal preocupación de los guerrerenses son sus hijos, pues están solos en su casa sufriendo el desastre, además que el dinero que tienen es poco y no saben cuánto más podrán aguantar.
“Nunca le hemos pedido nada al gobierno, nunca, pero esta vez queremos que nos ayuden a regresar a Zihuatanejo, Guerrero; si pudiéramos irnos en camión, lo haríamos, pero no se puede”, aseguraron los turistas que tendrán que quedarse en Puebla unos días más hasta que encuentren la forma de llegar a su hogar.
De acuerdo con información de El Universal, en Zihuatanejo hay por lo menos diez comunidades incomunicadas y 3 mil familias damnificadas, además la ruptura del sistema de captación de agua, el desabasto de alimentos, volviéndose precaria la situación.