Habitantes de Acajate llevaron una petición al Congreso del Estado para solicitar que desaparezca los poderes en el municipio, debido a las irregularidades y abusos que ha cometido el alcalde, Rogelio León Barranco, quien recientemente detuvo por más de tres horas a cuatro ciudadanos que exigían la construcción del hospital en la cabecera municipal y no en la junta auxiliar de Santa Isabel Tepetzala, como se firmó en un acuerdo el pasado 2 de julio.
De acuerdo con el representante legal de los acajetenses, Jorge Sosa Pérez, el pasado 2 de julio el presidente municipal, la Secretaría de Salud y los ciudadanos firmaron un acuerdo para edificar con recursos federales un hospital en la cabecera del municipio, sin embargo, el 18 de julio, León Barranco, dijo que no se haría en el lugar prometido y lo cambió para Tepetzala.
Ante esa situación los habitantes de Acajete mandaron varios oficios a la Secretaría General de Gobierno (SGG) y a la Secretaría de Salud, misma que les respondió que el terreno que había sido donado por el gobierno federal no era viable para hacer un nosocomio, pues estaba a un lado de una gasera, aunque ésta ya no da servicio.
“Si dicen que no se puede construir el hospital porque pasa el tren con material peligroso, entonces toda la población está en riesgo, porque no sólo pasa por allí, sino atraviesa el pueblo y llega incluso hasta Puebla (…) Tenemos la sospecha que quieren cambiar el lugar del hospital porque el candidato del PSI (Partido Pacto Social de Integración), Braulio Martínez Flores, lo prometió durante campaña”, sostuvo Sosa Pérez.
El abogado, también destacó que los cuatro detenidos de forma arbitraria fueron citados por el ayuntamiento para que recogieran un documento para la construcción de un espacio deportivo, el cual no fue entregado; cuando salieron del edificio fueron arrestados por policías, no sólo de Acajete, sino de Amozoc y Tepatlaxco.
Utilizan Oportunidades como garrote político
Dos de las detenidas el pasado 6 de septiembre, Irene Barranco y Dominga León, señalaron que durante más de tres horas fueron retenidas, golpeadas, insultadas y hasta tocadas de manera sexual por los policías municipales sin decirles siquiera bajo qué cargos fueron detenidas ellas y dos de sus compañeros.
Barranco, mencionó que mientras las golpeaban varios de los uniformados les decían que eso era para que aprendieran a “ser mujeres decentes” y que “nada más era una avisadita para que dejaran de estar de revoltosas”. Además, dijo que le quitaron el dinero que llevaba para pagar la colegiatura de su hijo.
Otra de las ciudadanas que ha estado peleando la edificación del hospital en la cabecera del municipio, Elvira Vargas, enunció que el edil ha llegado a coludirse con los promotores de Oportunidades, quienes amenazaron a varias de las familias que reciben el apoyo con quitarlo en caso que asistieran a las movilizaciones que están organizando.
Por todos los motivos antes citados, Jorge Sosa, responsabilizó al gobierno de Acajete y al gobierno del estado por cualquier cosa que les pueda ocurrir a sus representados, incluso, lamentó que el estado no intervenga para solucionar el conflicto. Por ello, recurrirán a los legisladores para que destituyan a los funcionarios del ayuntamiento y a las movilizaciones.