La preocupación por conservar los monumentos es algo reciente, la idea de preservar los bienes inmuebles comenzó en 1834 con diversos autores quienes manifestaron que antes de intervenir era necesario conocer la historia de una obra arquitectónica, señaló Joaquín Sabate Bel, profesor investigador en la Universidad Politécnica de Catalunya, España.
Durante el Simposio Internacional “El patrimonio: Del objeto arquitectónico al contexto urbano”, realizado por la Facultad de Arquitectura de la BUAP, el catedrático en urbanismo reiteró: “Las intervenciones en diferentes partes del mundo tienen puntos en común: una atenta mirada a la historia”.
Incluso la preservación del patrimonio requiere de una atención especializada, es decir, de la colaboración de historiadores, museógrafos, entre otros profesionales para considerar los aspectos de valor económico, cultural, estético y social.
No obstante, el reto más importante es una atención a la conservación y reconocimiento de políticas por parte de la gestión de los gobernantes, quienes deben tomar consciencia del valor de los bienes inmuebles, señaló el investigador.
De esta manera, Sabate Bel explicó a los asistentes al simposio las nuevas tendencias de la proyección urbanística y territorial, en la relación con los recursos patrimoniales y desarrollo local.
Expuso que la experiencia italiana es una de las más ricas en conservación. Un ejemplo es el Puente Viejo, construido sobre el río Arno en Florencia, el cual se edificó inicialmente en madera por los romanos y tras ser destruido por una inundación en 1333 se reconstruyó enteramente de piedra. Más tarde en el siglo XIX y bajo la premisa construir en lo construido, se erigieron apartamentos sobre el puente.
Por otra parte, el académico de la Universidad Politécnica de Catalunya abundó que el paisaje cultural tiene su origen a finales del siglo XIX con autores alemanes, quienes relacionaron la naturaleza con la humanidad.
“El paisaje cultural se define como el registro de la humanidad sobre el territorio, un palimpsesto o texto que se puede escribir e interpretar, así como describir”. Así es como surge el National Coal Cultural Park, el primer parque patrimonial, el cual recoge vestigios naturales con valor añadido, el cual sirvió de modelo para otras partes del mundo, finalizó el ponente.