Vivir y sentir lo que enfrentan las personas que sufren discapacidad genera un cambio de actitud necesario, sobre todo si consideramos que, en algún momento, todos experimentaremos alguna invalidez parcial o permanente, advirtió Julieta Vera Martínez, académica de la Facultad de Psicología de la BUAP.
Aseguró que todo mundo está expuesto a experimentar alguna discapacidad ya sea temporal o definitiva, “como cuando nos operan un ojo o nos fracturamos una extremidad, o bien cuando por la edad perdemos habilidad motora, auditiva o visual”.
La especialista en educación especial, indicó que como parte de la preparación de los alumnos de Psicología, en sexto semestre se desarrolla una “Dinámica de sensibilización ante personas con discapacidad”, previa a sus prácticas en instituciones de educación especial, donde elaboran un programa y lo aplican.
“Es una dinámica de sensibilización donde los jóvenes vivencian alguna discapacidad ya sea motora o sensorial; de manera que por equipos, consiguen muletas, andaderas o sillas de ruedas y realizan un recorrido por el centro de Puebla saliendo de su facultad”.
La maestra Vera Martínez, comentó que estos recorridos generan diferentes vivencias y experiencias, pero sobre todo permiten cambiar las actitudes de los alumnos ante las personas con discapacidad, así como con las de la tercera edad, además de generar propuestas a partir de su experiencia.
La especialista expuso que sus alumnos consideraron que si desplazarse en el centro es complicado, lo es mucho más atravesar la ciudad, lo que demuestra que existe sensibilidad y cambio de actitud, debido a que saben la dificultad que representa usar muletas o sillas de ruedas.
Comentó que “los estudiantes decían: las calles no están apropiadas para quienes usan sillas de ruedas, nosotros íbamos brincando. Otros chicos encontraron muy adecuados los carriles para que los ciegos se guíen con el bastón y para otros algunas rampas están muy peligrosas y regresan y dicen si yo lo hacía ya no lo voy a hacer”.
La especialista señaló que de acuerdo con estudios realizados en escuelas, existe una prevalencia de hasta un 10 por ciento de alumnos con capacidades diferentes; se ha detectado un cambio de actitud entre quienes tienen algún conocido o familiar con discapacidad o bien la han padecido en algún momento.