El 8 de abril de 2012 es la fecha en que Omar Ortiz regresaría a las canchas tras cumplir una sanción de dos años por dar positivo en un análisis de sustancias prohibidas, en el que arrojó oximetolona y dromostanolona.
Sin embargo, el Gato está desaparecido desde la madrugada del miércoles, y su familia teme que sea a causa de un acto del crimen organizado.
Ortiz debutó con los Rayados un 13 de septiembre de 1997 enfrentando nada más y nada menos que al acérrimo rival, los Tigres, Monterrey perdió aquel clásico 3-2, pero eso no importó porque el Gato saltó al profesionalismo.
El portero nacido en Monterrey se distinguió desde sus inicios por saber jugar con el balón en los pies, y es de esos que se olvidaban de sus manos para manejar su área con los botines , por eso en algún momento uno de sus entrenadores en Celaya, Sergio Bueno, dijo que: “es un portero muy bueno con los pies, alguna vez estuve a punto de ponerlo como delantero en Celaya, porque tiene cualidades de jugador. No en balde su apodo del Gato”.
Omar siempre generó dudas sobre su personalidad, tiene cubierto su cuerpo de tatuajes, dicen que más de 30. Sin embargo, esas figuras plasmadas en su piel, que para muchos causan mala impresión, no concordaban con su personalidad en la cancha donde siempre se mostró serio y sin reclamos, aunque fuera de ella cuentan que el Gato se transformaba, lo que le provocó varios problemas en su segunda etapa con Monterrey teniendo como técnico a Daniel Passarella.
Pero su lado humano siempre fue más grande que su gusto por la fiesta, ya que siempre colaboró con movimientos y campañas que pujaban por la ayuda a los más necesitados, incluso en varias ocasiones donó cientos de cobijas para los pobres.
Después la vida le regaló a Ortiz casi cinco años de ensueño en Jaguares de Chiapas, en donde cumplió un ciclo para posteriormente volver a su ciudad natal, Monterrey, pero no le fue nada bien, porque el Gato vivió el momento más bochornoso de su carrera. En marzo de 2010 dio positivo de dopaje, tras jugar la Libertadores, por lo que recibió una suspensión de dos años de inactividad. Pero él acató la sanción y aceptó su error.
A pesar de todo, en la Sultana del Norte nunca han olvidado a Omar Ortiz, quien siempre fue un hombre querido sobre todo por la afición rayada, es más, aún y con el problema de
dopaje, Jorge Urdiales, actual presidente del equipo, lo tiene en un concepto agradable.
“Siempre tuvimos un comportamiento normal de parte de él, no tenía ningún problema, siempre se mantuvo disciplinado y trabajador. Es uno de los jugadores queridos por nuestra afición y es lo único que puedo decir de él”, señaló.
Hoy nada se sabe del paradero de Omar Ortiz, quien sigue en la mente de la afición rayada que sueña con el regreso del portero para verlo retirarse con los colores de toda su vida, los del Monterrey.
Romano recomienda mantener la calma
Hace seis años y medio Rubén Omar Romano fue secuestrado, estuvo 65 días bajo la amenaza de muerte, pero al final fue rescatado. Hoy el técnico argentino lamenta profundamente la desaparición del portero Omar Ortiz, quien presuntamente fue secuestrado.
“Es un tema muy difícil, uno en esas condiciones no tiene momentos como para decir o expresar cosas, que al mismo tiempo además pueden entorpecer las negociaciones. Si es que en realidad está secuestrado es una pena. Es lamentable que esto vuelva a pasar, ojalá la gente que se encarga de llevar esta situación lo haga de la manera en la que Omar pueda estar nuevamente con nosotros”, dijo.
Romano sabe de lo que se trata, por lo que con profundo tacto y total respeto aconsejó a la familia de Omar Ortiz guardar la calma.
“Primero que nada quiero que tengan mucha fe”, manifestó con la voz entrecortada. “Es complicado dar un mensaje en estos momentos tan difíciles, yo sé de lo que se trata y tengo amigos a los que les pasó lo mismo, así que lo mejor ahora es rezar”, agregó.
Omar Ortiz nunca pasó por los conocimientos tácticos de Rubén, pero eso no le impide al entrenador hablar bien de él.
“Para mí siempre fue un buen guardameta y muy trabajador. En realidad tengo una buena impresión de él, pero ahora eso pasa a segundo término. Ahorita lo más importante es la salud de él, y yo espero de corazón que la gente que lo tenga entienda que tiene la vida de un ser humano”, afirmó.
Desde hace poco más de 30 años que llegó a México, Rubén siempre ha estado muy agradecido con esta tierra, a pesar de lo que le tocó vivir, pero no puede ocultar su indignación por la inseguridad que hoy en día se vive, y espera que pronto la paz vuelva a cobijar al país.
“Aquí en México se pelean por muchas cosas, pero la seguridad sigue siendo fatal. Lo que mantiene firme a un país es la seguridad de su pueblo y hasta que no se corrija esto van a seguir estas cosas”, finalizó.