Monty Williams decidió que el debut de Gustavo Ayón en la NBA con los Hornets se diera cuando la causa de su equipo estaba perdida.
El nayarita se despojó de su pants cuando faltaban 2:03 minutos y los Hornets caían por 16 puntos. El tercer debut de un mexicano en la NBA se fue en blanco en todas las estadísticas ofensivas y defensivas. Sin puntos, asistencias, rebotes o robos.
Ayón fue activado por primera vez para poder estar junto con el equipo luego de que el viernes recibió su visa de trabajo, pero ese día no fue tomado en cuenta para jugar ante los Soles de Phoenix.
Ayer, los Hornets perdieron de distancia a los Kings cuando al duelo ya le faltaban menos de siete minutos en el último cuarto. Durante casi todo el duelo, el nayarita estuvo sentado en el banco esperando ese momento de que oficialmente le diera al baloncesto mexicano su tercera historia de un debut de un jugador nacido en territorio nacional.
Ese momento llegó cuando Monty Williams, el entrenador de los Hornets, sintió que la victoria se les había escapado de las manos. Sacó al alemán Kris Kaman y llamó a Ayón, quien entró a la duela pero no tuvo oportunidad de mostrar las cualidades por las que cuando estaba en el Fuenlabrada de la liga española, fue contactado por los Hornets para que se convirtiera en el último de sus refuerzos cuando la temporada regular estaba a unos días de comenzar el 25 de diciembre.
En el debut, la comparación histórica con sus antecesores deja a Ayón como el menos de los beneficiados de los tres mexicanos que han debutado en la NBA.
El 2 de marzo de 1997, Horacio Llamas se convirtió en el primer mexicano en jugar en la NBA y lo hizo por espacio de cuatro minutos en los que anotó dos puntos y recuperó un rebote. Tres años después sería Eduardo Nájera el más agraciado de los tres cuando en el duelo inaugural de la temporada salió como titular con los Mavericks ante los Bucks y estuvo en la duela 23 minutos, en los que anotó 10 puntos y descolgó cuatro rebotes.
El camino de Ayón en la NBA comenzó de forma tímida. Su adaptación a la mejor liga del mundo será el fundamento de sus futuros minutos. El respaldo con el que llegó del baloncesto ibérico, en el que se convirtió en uno de los jugadores fundamentales del Fuenlabrada la temporada pasada y este año, será la roca en la que se cimenten sus ilusiones.
Por lo pronto, el basquetbol mexicano vivió el debut de su tercer jugador en la NBA. Altas expectativas que quedó en una actuación tímida porque su jugador tuvo muy poco tiempo para mostrar su calidad.