El Estado de Puebla parece estar sumergido en un impasse político que nos recuerda la deuda histórica que tienen todos los órdenes de Gobierno con las poblanas.
Y es que solo falta revisar las RRSS de quienes serán los y las próximas mujeres que gobernarán o legislarán en nuestro Estado, para darnos cuenta que no existen ni propuestas, ni narrativa, ni agenda y pareciera que tampoco voluntad política.
Vemos tomando los mismos cursos de siempre, la fotografía con los empresarios de siempre, con los políticos de siempre ¿y las organizaciones de la sociedad civil? Dónde quedó ese discurso a favor de los DDHH de las mujeres.
Será que no conocen la lista inmensa de organizaciones, activistas, feministas y mujeres que diariamente desde sus espacios de incidencia trabajan en diferentes áreas para intentar subsanar la ausencia de programas, apoyos, asesorías e información que verdaderamente consoliden la autonomía física, económica y política de las mujeres.
Dónde están esas mujeres que co-gobernarán con los y las próximas Alcaldesas, dónde están las fotografías de los Atlas de riesgo que sus Municipios necesitan para una mejor toma de decisiones en políticas públicas y asignación de presupuesto con perspectiva de género. O mejor aún, dónde están los proyectos, acciones y reuniones de los 50 Municipios que heredarán la Declaratoria de Alerta de Violencia contra las mujeres.
Creerán que ya olvidamos el nulo avance en la AVGM?
Estamos a pocos meses de iniciar nuevas Alcaldías y menos aún la nueva legislatura poblana. Quiénes serán las voces, articuladoras y perfiles que abanderen una agenda a favor de los DDHH de las mujeres. ¿Tendrán la tan anhelada autonomía? O nuevamente nos dirán que no son ellas o ellos, que es una orden directa para no hablar de las cifras alarmantes de violencia, feminicidios, desigualdad, exclusión y feminización de la pobreza que existe en Puebla.
Sirva pues esta columna para hacerles una atenta invitación a quienes pretenden gobernarnos los próximos 3 años. Ya que su servidora fue la única que propuso una agenda a favor de los DDHH de las mujeres, la invitación para platicarla, ejecutarla o asesorarles está abierta.
De nada sirve que existan mujeres con proyectos, agenda o conocimiento si se sigue pretendiendo continuar con los mismos planes de “empoderamiento” que solo fomentan la informalidad en las mujeres, o los cursos que se imparten por milésima vez a los policías o funcionarios sobre perspectiva de género. Los cuales sobra decir no funcionan de nada mientras la cabeza no tenga voluntad política.
Hasta el día de hoy muchas mujeres y activistas seguimos a la espera de esa apertura, voluntad y acción real para que Puebla salga del top de feminicidios, desparecidas, violaciones y violencia familiar a nivel nacional.
Tic, tac las mujeres somos el punto de inflexión de los Gobiernos, si hacen un buen cálculo seguramente podrán tener un paso que pueda resarcir la deuda histórica que tienen con las mujeres.
No lo olviden, es el tiempo de las mujeres en política.