Un nuevo fraude se está gestando al interior de Movimiento Ciudadano (MC) en Puebla, partido que a nivel nacional encabeza el senador Dante Delgado Rannauro.
Un escándalo que tiene como principal protagonista, una vez más, a Fernando Morales Martínez y a su ambición desmedida, la que le exige aferrarse a una marca partidista para seguir viviendo sin trabajar.
El junior de los Morales, hay que recordar, es un expriista que se apostó en la fuerza naranja por órdenes expresas de Rafael Moreno Valle Rosas, el extinto exgobernador del estado, y quien en su momento tuvo el control del poder en Puebla con apoyo de sus allegados.
El nuevo conflicto en MC tiene que ver con la renovación de la dirigencia estatal, la cual, según se dice, está en manos del también diputado local exmorenovallista.
Empero, la designación del nuevo dirigente, aseguran, va a provocar una fractura en el partido, ya que las negras intenciones del “Bond” de la política aldeana estriban en mantenerse en el cargo hasta por ocho o nueve años.
Así como lo leyó, por 8 o 9 largos años.
Y se quejan del obradorismo.
Hasta el momento, Fernando Morales lleva 5 años como dirigente, ya que se mantiene como representante de la fuerza naranja en Puebla desde 2017.
Es por ello que el proceso interno de MC se va a judicializar, pues al interior del partido existe inconformidad por parte varios grupos que intentan derrocar a Fernando Morales por ambicioso y abusivo.
Y los argumentos para removerlo del cargo son muchos y muy variados, el principal, juran, que Morales Martínez solo ha utilizado la dirigencia de la fuerza naranja para sacar raja política y beneficio propio con la venta de candidaturas, con negociaciones oscuras con el gobierno en turno y con las prerrogativas del partido, las cuales ascienden a 2 millones de pesos mensuales.
Con razón el Bond poblano no quiere dejar el hueso.
Por lo tanto, una vez que la convocatoria sea publicada por la Coordinación Nacional Operativa, y que las distintas corrientes la analicen, se decidirá si revientan o no el proceso en Puebla.
Y es que existe el riesgo de que Fernando Morales pretenda ser juez y parte del proceso para nombrar a su sustituto, ya que la haría de aspirante y de organizador de la elección al mismo tiempo.
Sin embargo, al parecer la militancia de MC no permitirá que el expriista y exmorenovallista se imponga para repetir como líder solo por sus pantalones, por lo que va a haber tiro.
La exigencia de la verdadera militancia del partido no es otra que la convocatoria para la renovación de la Comisión Operativa Estatal sea clara, transparente y abierta a todos los interesados en asumir el cargo en juego.
Los grupos interesados en la dirigencia de MC en Puebla ya velan armas y están atentos a la publicación de la citada convocatoria, en la que, además, deberán participar verdaderos delegados que militen en el partido y no los amigos y compadres de Fernando Morales.
Ha trascendido que la intención del Bond de los Morales es realizar el proceso interno de MC con apoyo de supuestos y falsos delegados que la harían de sus paleros, para poder perpetuarse en el poder.
Y si las cosas se ponen color de hormiga para Fernandito ya se tiene pensado un “plan B”, por lo que si es necesario se estaría impulsando a su sucesor o sucesora para mantenerse en la dirigencia de MC de alguna forma.
El plan B de Fernando Morales, a propósito, se llama Fedrha Suriano Corrales, una de sus subordinadas que ha sido excandidata a diputada local y que actualmente funge como secretaria general de Acuerdos de MC en el estado.
Ya se verá cómo le va a MC con las asambleas distritales que deberá organizar su dirigencia en Puebla, pues trascendió que estas estaban pactadas con el barbosismo a cambio de apoyar su causa en Morena.
Ahora, aseguran, las asambleas las quieren hacer en lo oscurito, con afiliaciones piratas, con delegados piratas y para beneficiar las intenciones de Fernando Morales.
Por cierto que la Coordinación Nacional Operativa, encabezada por Dante Delgado, sesionará en la primera semana del próximo mes de febrero, por lo que muy probablemente en ese momento será lanzada la tan anhelada convocatoria.
El Bond de los Morales está jugando con fuego, ya que de perpetuarse en el poder MC se podría desfondar por la falta de transparencia, democracia y credibilidad, incluso con el riesgo hasta de perder el registro como partido en Puebla.
Porque los estatutos de MC señalan que sus dirigentes pueden permanecer hasta por un máximo de 6 años en el cargo, ni 8, ni mucho menos 9 como lo pretende Morales Martínez, apoyado y asesorado por su compadre Pedro Jiménez León, quien es su interlocutor ante Dante Delgado.
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