Imagínate que estás disfrutando de las calles de Barcelona, a punto de dar un bocado a tu paella y un chorro de agua te cae directo a la cara, pero en vez de una disculpa, el que te lanzó el agua te grita “Tourists go home”, bueno, ahora tienes una enorme razón para no viajar a Barcelona. Al menos no por ahora que el tema del turismo de masas está tan al rojo vivo.
El término turismo de masas nació en 1950, cuando los países europeos comenzaron a dar vacaciones pagadas. Al principio, las vacaciones, solo eran privilegio de la clase acomodada, pero con la nueva regla laboral, los trabajadores ya podían gozar de ellas. Y bueno, henos aquí, en pleno siglo XXI, con gente harta de algo que alguna vez fue una buena noticia.
El turismo de masas se refiere a una aglomeración de personas en diferentes sitios turísticos. Este tipo de turismo puede afectar el medio ambiente, el patrimonio, la cultural local, la economía y muchas cosas, diría Lady Wu —Por cierto, ¿Qué será de este personaje?
Y bueno, a lo que vinieron. Resulta y resalta que en Barcelona salieron cerca de 3 mil personas a manifestarse. La masa enardecida exclamó al unísono: “¡Terminaran bien mojados!”—pero no así como les gusta, pensó el gentío. Jiji la verdad es que no dijeron eso, pero hubiera sido un momento más memorable.
Lo que sí es cierto es que los barcelonenses —¿si se dirá así?— están hartos de las consecuencias negativas de recibir a ocho millones de turistas por año. En una forma not very friendly, los habitantes de Barcelona mostraron su enfado. Se pusieron a arrojar agua con pistolas de agua a los turistas que estaban en restaurantes, mientras gritaban al unísono “Tourists go home”. La gente también mostraba carteles que repetían lo mismo que salía de sus voces, por si no les quedaba claro a los estupefactos visitantes.
Consecuencias negativas del turismo de masas
Y es que, bueno, el turismo impulsa la economía de un lugar, aunque no está bien que solo se base en ella, como el caso de las Islas Maldivas, cuyo 83% de la economía se basa en el turismo. Esto resulta contraproducente en caso de algún desastre natural o inestabilidad política.
De igual forma, el turismo eleva los precios de las rentas.
Otro efecto negativo resulta de la expansión del sector inmobiliario u hotelero, pues los hoteles requieren de mayor agua y electricidad, y muchos de ellos son construidos en espacios naturales necesarios. Por ejemplo, los canales de Venecia lucen sucios y de color gris, y no es para menos si esta ciudad recibe 20 mil turistas diario. Muchos visitantes llegan en cruceros, los vehículos más contaminantes, pues cada una de estas enormes embarcaciones del mar contamina como 14 mil coches juntos, de acuerdo con World Monuments Fund (WMF). Por su parte, Hawái sufre una crisis de agua.
Ante esto, diferentes ciudades o puntos turísticos han decidido tomar medidas como el mismo Venecia que ya cobra la entrada de turistas, Machu Picchu limitó el número de visitantes, Australia prohibió la escalada en la roca de Uluru, a petición de los nativos anangu, por motivos culturales y de seguridad.
Por ello, varios países han tomado medidas que ayuden a reducir el turismo de masas, potenciando otros destinos turísticos o tomando medidas drásticas, como Barcelonita.
¿Qué opinas de esto? ¿Fue una grosería? ¿Se lo merecen?
Weno, les dejo esta pequeña reflexión para que vayan pensando, porque en México no podemos quedarnos atrás, ¿recibimos a los gringos con resorteras? ¿les cantamos frijolero hasta que lloren? ¿le aplicamos el famoso tehuacanazo? En fin, nos vemos en la próxima, y recuerden que su columnista de confianza soy. Besitos mil.
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