En apenas un mes del gobierno de Alejandro Armenta y tres meses de la administración municipal de Pepe Chedraui, ya quedó claro que la prioridad es y será la seguridad.
Más allá de las acciones de programas sociales, obras, servicios públicos y proyectos de desarrollo educativo, de infraestructura y otros tantos rubros que son muy importantes, los hechos violentos recientes han colocado a la seguridad como la mayor preocupación de los poblanos.
Los cuatro ejecutados en un panteón de Chietla, el asesinato de la comerciante de la Central de Abasto, el homicidio del candidato a la Presidencia Auxiliar de Zacachimalpa, Juan Manuel Zenteno, y, sobre todo, el brutal homicidio de la niña Génesis en Cuautlancingo, han horrorizado a la sociedad poblana.
Por eso, cientos de personas que laboran en la Central de Abastos salieron a marchar ayer de manera pacífica para exigir justicia, paz y seguridad.
Esa marcha tuvo su último antecedente en el 2020, cuando fueron asesinados estudiantes de la BUAP y UPAEP en el Carnaval de Huejotzingo, y desde entonces no había salido parte de la sociedad a pedir justicia, paz y seguridad.
Y es que ya no se puede ocultar que hay mucha rabia e indignación social.
Afortunadamente, el gobernador Alejandro Armenta y el alcalde de Puebla, Pepe Chedraui, ya apretaron el paso para recuperar la paz, seguridad y tranquilidad social.
No es una tarea sencilla, pero el gobernador y el alcalde ya trabajan a fondo para revertir la situación y regresar a Puebla la tranquilidad, seguridad y paz en el corto y mediano plazo.
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