Ni tardo ni perezoso, el presidente municipal electo de Puebla, Eduardo Rivera Pérez, ya empezó la carrera por el 2024, y su andar de tres años como edil, para posicionarse como uno de los serios aspirantes al gobierno del estado.
Muy en su estilo de callar y mejor trabajar, el panista empezó a consolidar sus relaciones, a tejer fino y a refrendar su alianza con los líderes de los distintos partidos que lo llevaron al Ayuntamiento capitalino.
Y es que Lalo tiene claro que solo sería muy difícil poderse posicionar como el favorito -en el PAN- para disputarle la gubernatura del estado a Morena.
Requiere de estructura, acuerdos y alianzas, en todos los partidos, incluso en Morena, para ganarles la carrera a los tiradores de la 4T más adelantados, y quienes desean suceder al gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta, una vez que -al parecer- abrió la baraja y está dejando correr a los interesados.
Los dos aspirantes de Morena ya todo mundo los conoce: el senador Alejandro Armenta Mier y el coordinador de la bancada de la 4T en la Cámara de Diputados, del Congreso de la Unión, Ignacio Mier Velazco.
En el caso de Armenta, este ya se encuentra realizando giras por todo el estado, promoviendo una campaña de reforestación y cuidado al medio ambiente. Mantiene una relación institucional con el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), aunque en el estado no es tan bien visto porque abandonó al PRI y al marinismo en el peor de los momentos, cuando más lo necesitaban.
De sobra esta decir que el PRI y el marinismo le dieron todo lo que tiene a Armenta, carrera política, posición, dinero y educación.
Muchos priistas poblanos le guardan rencor por su decisión de incursionar en la 4T, en Morena y en hechos incongruentes que hoy critica pero que antes enarboló en el PRI.
Mientras tanto, Nacho Mier, socio y dueño del periódico Cambio, parece contar con una mejor posición en las ligas mayores, pues heredó el liderazgo de la bancada morenista en el Congreso federal, gracias a sus buenos oficios y a su relación con Mario Delgado Carrillo, ex diputado y actual líder nacional de Morena.
Recientemente, fue nombrado y designado, nuevamente, como líder de la bancada de Morena, además que cuenta con una relación directa y estrecha con el presidente AMLO.
La influencia de Nacho Mier parecería más efectiva que la de Armenta debido a que en la pasada elección intermedia negoció y obtuvo todo lo que quiso en Puebla.
Logró hacer presidente municipal del municipio de Tecamachalco, su tierra natal, a su hijo Carlos Ignacio Mier Bañuelos, y diputada local “plurinominal” a su hija Daniela Mier Bañuelos, quien incluso ya sostuvo una reunión con el gobernador Miguel Barbosa.
Sin embargo, se dice, el mandatario estatal tendría diferencias con los dos morenistas, quienes han estado muy cerca de Mario Delgado, y con quien hubo roces, pique y disputa por las candidaturas de su partido en la entidad.
Con Armenta, siempre ha existido una animadversión debido a que el ex priista quiso quitarle la candidatura a la gubernatura, mientras que con Mier al gobernador no le han gustado sus formas para beneficiarse en los temas políticos en Puebla.
Esto, desde luego, representa una ventaja para Lalo Rivera, quien mantiene una buena relación con el gobernador Barbosa desde hace muchos años, la cual se reforzó en los comicios pasados.
Ayer ya incluso los directores de medios de Lalo y del gobierno barbosista, Fernando Cortés Betanzos yVerónica Vélez Macuil, respectivamente, sostuvieron una reunión para empezar a coordinar los trabajos en materia de comunicación entre el municipio y el estado.
La relación entre el gobierno del estado y el nuevo Ayuntamiento de Puebla parece que por fin se va a cristalizar y va a dejar buenos frutos, cosa que le conviene a los poblanos de la capital
A Lalo Rivera ya sólo le falta negociar y pactar la disputa por la dirigencia estatal de su partido, el PAN, pues la lógica apuntaría a que él, ahora que es el estandarte del PAN en Puebla, tuviera influencia y llevara mano en las decisiones de su partido.
Esa aduana aún está por superarse, por lo que va a tener que continuar tejiendo fino, primero para intentar ganarla, y después para seguir su carrera al 2024.
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