A la evaluación que presentó la dirigente estatal del PAN, Augusta Díaz de Rivera, sobre los “factores” que provocaron la derrota del pasado 2 de junio, le faltó autocrítica y ponerle nombre a los responsables del fracaso.
Dice Augusta Díaz que estos serían los factores más relevantes de su derrota:
- La sociedad y los militantes del PAN rechazaron la alianza con el PRI, PRD y PSI porque careció de ideología y resultó antinatural.
- La imagen de la excandidata a la Presidencia de México, Xóchitl Gálvez, no tuvo el impacto social esperado.
- Realizaron una tardía definición de candidaturas porque los aspirantes de Morena se posicionaron muchos meses antes en sus procesos internos y los volvió más competitivos.
Lo que no dijo Augusta Díaz es que ella, Eduardo Rivera y Mario Riestra fueron los que definieron esa ruta que los llevó al fracaso electoral.
Los tres tuvieron una errónea lectura de la alianza electoral, debido a que siempre se advirtió que el PRI ya no era competitivo y traía muchos negativos, y los escándalos del PSI les restaría, y en el caso del PRD, era un verdadero fantasma político.
Pero los tres entregaron la senaduría al líder estatal del PRI, Néstor Camarillo, y no defendieron ese lugar para Ana Teresa Aranda y otras posiciones importantes.
Es decir, el PRI les vendió espejitos y los tres los compraron.
Los tres vieron correr a los aspirantes de Morena y le tuvieron miedo al proceso interno en el PAN para la gubernatura y el Ayuntamiento, y por ello perdieron la posibilidad de posicionar a sus propios aspirantes.
Foto: Especial
Aunque es verdad es Xóchitl Gálvez no conectó con los poblanos, el discurso de Lalo Rivera careció de fuerza para confrontar a Morena y solo lo usó en el debate, pero ya era muy tarde.
El que tuvo un mejor discurso en campaña fue Mario Riestra, pero le pesó mucho los escándalos del PRI y en particular la detención de Tania “N”.
En resumen, faltó autocrítica para aceptar que la estrategia fallida fue responsabilidad exclusiva de Lalo Rivera, Mario Riestra y la propia Augusta Díaz.
Nada le costaba aceptar que su paso por la dirigencia fue de las peores que ha tenido el PAN y que hoy los tiene en la lona.
Ya veremos si el PAN tiene la capacidad de reponerse para el 2027 o seguirá el mismo camino del PRI y del PRD.
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