El accidente del vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya ocurrió el viernes 13 de octubre de 1972, a una hora de haber despegado de Montevideo (Uruguay) rumbo a Santiago (Chile).
Se estrelló en la cordillera de los Andes a las 15:31 horas, quedando el fuselaje en el Glaciar de las Lágrimas, perteneciente a la Provincia de Mendoza, en el occidente de Argentina.
Este accidente aéreo se ha vuelto la historia de supervivencia más extraordinaria de todos los tiempos, también conocida como tragedia de los Andes y milagro de los Andes.
La aeronave transportaba a cinco tripulantes y 40 pasajeros, incluidos 19 miembros del equipo de rugby Old Christians Club. Durante el choque del avión, siete pasajeros cayeron del aparato y seis personas más fallecieron en el interior.
Cuatro personas heridas murieron en las 24 horas posteriores al impacto.
Durante 72 días, los sobrevivientes vivieron hechos jamás imaginados, como el que ocurrió el 21 de octubre, cuando se llevó a cabo una votación entre ellos y decidieron cometer necrofagia, lo que quiere decir alimentarse de cadáveres para no morir por inanición, como única opción para seguir viviendo.
Álvaro Mangino Schmid, tras el impacto de la aeronave contra la nieve, sufrió la fractura de una de sus piernas, lo que lo obligó a arrastrarse y empujarse con la pierna sana para poder desplazarse dentro y fuera del avión y así cumplir con la tarea que le fue asignada: derretir nieve para poder hacer agua. Este hombre estará en Puebla compartiendo su experiencia.
Las muertes aún no acababan. La noche del domingo 29 de octubre un alud golpeó el fuselaje y mató a ocho personas.
Lo que se vivía ahí en la montaña está documentado en fotografías gracias a que José Luis “Coche” Inciarte, quien echó mano de las cámaras que encontraron en el equipaje de quienes viajaban con ellos. Fue así como retrataban parte de sus vivencias con la intención de que alguna vez alguien pudiera encontrar las cámaras para rescatar las fotos, pues ellos no tenían esperanza de ser rescatados.
De hecho, Inciarte en algunos momentos se dio ánimos para pedirles a sus compañeros que sonrieran para la posteridad.
El 17 de noviembre durante una de las expediciones, Nando, Canessa y Tintín se encontraron casualmente con la cola del avión.
El 11 de diciembre murió Numa Turcatti. Decidieron los sobrevivientes salir en busca de ayuda.
“La fe mueve montañas”: José Luis Inciarte
En la montaña conocieron a Dios, quien se convirtió en su mejor amigo. Diario rezaban el Rosario, pues aseguran que les daba sosiego.
“Era como si habláramos con Dios en la oración y él hablará con nosotros”, incluso cuando lo hacían en la Salve, que en una parte dice sobre “este valle de lágrimas”, sin saber que así se llamaba precisamente el lugar donde se encontraban, menciona el libro Memorias de los Andes.
El 12 de diciembre iniciaron su caminata Fernando Parrado, Roberto Canessa y Antonio Vizintín.
Los otros 13 aguardaban desde el fuselaje del avión donde veían escalar a sus tres compañeros lentamente sobre el monte Seler –lo cual les tomó tres días, debido a lo floja y alta que estaba la nieve– con la esperanza de encontrar ayuda.
El 15 de diciembre regresó Antonio Vizintín a los restos del avión, luego de darles su ración a sus compañeros expedicionarios.
El 20 de diciembre, Fernando “Nando” Parrado y Roberto Canessa contactan al arriero Sergio Catalán.
El 21 de diciembre son llevados a Los Maitenes Parrado y Canessa.
El 22 de diciembre los sobrevivientes se enteran por “El Chito” Morales, locutor y periodista chileno, que Parrado y Canessa fueron rescatados gracias al aviso de un arriero chileno.
La noticia le daría la vuelta al mundo. Ese mismo día por la tarde, dos helicópteros del Ejército chileno son guiados por Nando Parrado al lugar del accidente.
Son rescatados seis de los sobrevivientes. Tres rescatistas equipados se quedan con el resto del grupo para pasar la noche.
Carlos Páez Vilaró, en el momento en que daba a conocer para la radio la lista con los nombres de los 16 sobrevivientes.
Carlos: “Querido, te voy a decir los nombres de los chicos, ¿tú me escuchas?”
Locutor: “Te escucho, adelante por favor”.
Carlos: “Eduardo Strauch Urioste”.
Locutor: “Reitéramelos dos veces cada nombre por favor, dos veces”.
El 23 de diciembre son rescatados los últimos ocho sobrevivientes y recuperados los tres rescatistas chilenos.
Termina así la historia.
Durante esos 72 días fallecieron 29 personas y solo hubo como sobrevivientes 16.
De esto y mucho más encontrarán en el libro Memorias de los Andes, escritas por José Luis “Coche” Inciarte, editado en México por Vinicio López Terrones.
Memorias de los Andes se publicó originalmente en Uruguay en el año 2017, pero en esta ocasión se presentará su cuarta edición, que es conmemorativa y especial porque se realizó en México con motivo del 50 aniversario del llamado “Milagro de Los Andes”.
Esta edición incluye una introducción de Fernando “Nando” Parrado, otro de los sobrevivientes, así como información, fotografías y material inédito.
Memorias de los Andes fue editado en México por Vinicio López Terrones en diciembre pasado, con el propósito de compartir con la sociedad mexicana, especialmente con los jóvenes, el testimonio de esta historia, así como los valores humanos emanados de aquella odisea.
Compartiendo con el mundo su experiencia de vida, trascendiendo lo trágico y dramático de los eventos sucedidos en la montaña para dar paso a hermosas charlas cargadas de valores como el trabajo en equipo, la resiliencia, la solidaridad, liderazgo y muchos otros que hoy se aplican y son de utilidad en la vida diaria de personas y organizaciones.
La historia de supervivencia más extraordinaria de todos los tiempos en voz de uno de sus protagonistas, Álvaro Mangino Schmid y Vinicio López Terrones, este 12 de octubre a las 12:00 horas del día en el Colegio Esparza plantel del sur, con entrada libre, previo registro.
¡No se la pueden perder!
La columna de esta semana ha terminado. Pueden ir en paz.
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