Dicen los que saben que la extitular de la Secretaría de Movilidad y Transporte (SMT) en la era de Miguel Barbosa, Elsa Bracamonte, primero tendría que resolver las denuncias que tiene en su contra y luego pensar en sus aspiraciones a la Presidencia Municipal de Puebla.
Como salidas de un cuento, las aspiraciones de Doña Elsa son totalmente falsas, primero porque sabe que tiene varias denuncias en su contra, una de ellas es la que le presentó el maestro Guillermo Aréchiga por falsedad de declaraciones.
Y es que Elsa Brancamonte, durante su periodo en la SMT se dedicó a declarar cada supuesta irregularidad en la dependencia, posiblemente por consigna del difunto Barbosa, por lo que ahora deberá responder y sostener sus propias declaraciones ante la autoridad, caso contrario la justicia hará lo suyo.
Dicen los que saben que también existen denuncias de taxistas y transportistas, las cuales en próximos días, me aseguran, saldrán a la luz pública, ya que según los denunciantes no quedó nada bien en su paso por la dependencia estatal, si no, pregúntele al hoy secretario de Movilidad y Transporte, Omar Álvarez Arronte.
Por cierto, nadie tiene más claro que la misma Elsa Bracamonte que los números no le alcanzan para competir por la alcaldía poblana, que su aspiración es falsa, por no decir otra cosa, donde todo parece indicar que su aspiración tiene dos sentidos: hacer eco donde no hay ni ruido, y buscar un acomodo tal vez en algún grupo de Morena.
Pero no olvidemos que la exsecretaria de Transporte no pudo con la modernización del transporte público, tarea a la que se comprometió cuando llegó a la dependencia y no logró completar, de ahí surge la pregunta: ¿usted cree que con esas “cartas” alguien votaría por ella?, claro que no, ¿o sí?
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