Debido a sus constantes e interminables pifias y excesos, a su opacidad ,a su falta de carácter como árbitro de la próxima elección concurrente del 02 de junio en Puebla, así como por el silencio alcahuete de la oposición, el Instituto Electoral del Estado (IEE) ya está nuevamente en el ojo del huracán.
Sin embargo, por el descuido y la torpeza de sus consejeros, particularmente de la presidenta Blanca Yassahara Cruz García, el organismo electoral estaría poniendo en riesgo el resultado de la elección y hasta la validez del proceso.
Porque no hace falta que un comando armado hasta los dientes haya amagado, asaltado o amenazado al funcionario electoral que transportaba las mas de 2 mil boletas electorales que fueron robadas para decir que el trabajo del IEE es todo un fiasco.
Me parece mucho más grave que apenas un vulgar ladrón haya hurtado el vehículo del funcionario, quien sin más ni mas dejó las boletas solas y sin seguridad alguna.
En Posdata hemos evidenciado todo el tiempo los abusos, lo excesos y las torpezas del organismo y su Consejo General, incluidas las del Secretario Ejecutivo, Jorge Ortega Pineda, así como la complacencia de todos los partidos y sus representantes para con las disposiciones del IEE.
Así que ahora no se quieran dar golpes de pecho ni se espanten de las estupideces cometidas en el instituto, si durante los últimos años la oposición, sobre todo, ha sido cómplice de las marrullerías del organismo.
¿O a poco dijeron algo de los despidos injustificados por parte de Blanca Yassahara Cruz en agravio del personal de confianza y de base en el IEE?
¿O de las múltiples irregularidades administrativa, de los excesos de los consejeros, o del omiso papel que el instituto jugó durante la precampaña?
Los partidos políticos, sin excepción, han sido muy benevolentes -por conveniencia- con el IEE y sus consejeros.
Nunca les exigieron nada y ahora de repente ya lo quieren hacer.
¿Quién es más incongruente y bonachón, el IEE y sus consejeros por no cumplir con su labor, o los partidos y sus representantes por alcahuetes y faltos de autoridad?
¿Cómo es posible que las boletas y el material electoral de la próxima elección esté en manos de personas a las que les vale un comino si se pierde o extravía?
¿En manos de quién está la próxima elección en Puebla?
Y tampoco los medios de comunicación locales se deben decir sorprendidos porque se han sumado al silencio sepulcral que han hecho en el IEE sus consejeros.
¿Cómo estarán de mal y graves las cosas que la presidenta, Blanca Yassahara Cruz, no hizo más que repetir la versión que ahora todo mundo menciona: que fue un simple robo de auto y no de la papelería electoral?
La ineptitud del IEE y la actitud comparsa de sus representantes podría costar mucho, cuidado.
Y si a esto agregamos que un grupo de capacitadores ya amagó con no apoyar al IEE el día de la elección porque no les han pagado su sueldo, las cosas se ponen color de hormiga.
¿Basta con cancelar los folios de las boletas robadas para evitar que pudieran ser utilizadas y cometer un posible fraude electoral?
¿Quién garantiza que el IEE no es parte de un juego perverso que pudiera poner en riesgo el resultado de la próxima elección?
Ahora si todo mundo alardea por las estupideces del organismo cuando lo han solapado todo el tiempo.
¿Cómo es posible que el justo el día que el gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina se reúne con los encargados del IEE y del INE en Puebla, se haya dado el robo del material electoral?
Ya es el colmo.
¿Qué nos falta en Puebla con nuestro flamante árbitro electoral?
¿Qué sigue?
¿Violencia el día de la jornada electoral y que nadie diga nada?
¿El manejo y resguardo de las boletas luego de la elección por personal no identificado, en vehículos no identificados?
Ya para rematar la mala pata del IEE, apenas el pasado 24 de mayo dos de sus trabajadores resultaron heridos debido a que por la fuerte lluvia se desprendió una parte del techo de la sede del organismo, donde se encuentra instalado el Centro de Captura y Verificación (CCV) del Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP).
Es por ello que se tuvo que evacuar el lugar y al resto del personal, por lo que está claro que ni el IEE ni sus consejeros dan una.
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