“Unidad”, fue el mensaje principal lanzado durante el arranque de precampaña del ahora precandidato de Morena al Gobierno del estado, Alejandro Armenta Mier, llevado a cabo en la junta auxiliar La Libertad, en el parque donde se ubica El Cuexcomate, el volcán más pequeño del mundo.
Y al que se dieron cita políticos de todos colores y sabores, particularmente de las distintas expresiones de Morena, incluidos barbosistas, nachistas, claudistas, armentistas, salomonistas y, prácticamente, de todos los grupos.
En el evento, Armenta estuvo acompañado de su esposa e hija, ambas de nombre Ceci, así como de su padre, Don Rafael Armenta Ruiz, quienes atestiguaron el anunció de los 10 ejes que incluyen su visión estratégica para Puebla: cero tolerancia a la corrupción, democracia y modernización de la administración pública, inclusión efectiva, reconocimiento a culturas originarias, modernización del sistema judicial, rectoría social y económica para el desarrollo humano, infraestructura, visión sostenible 2030, cultura, arte y deporte para la salud y educación de calidad con innovación tecnológica.
Sin embargo, una de las sorpresas del evento la dio la viuda de Miguel Barbosa Huerta, Rosario Orozco Caballero, quien acudió al evento acompañada de su escolta personal y de su hijo, Miguel Barbosa Orozco, quien ha sido uno de los pocos críticos del actual Gobierno del estado.
La viuda, a su llegada, fue colocada en la primera fila de la multitud, pero antes de iniciado el evento fue subida al templete, donde Alejandro Armenta intercambió con ella varias palabras y a quien saludo con mucha efusividad.
El templete del evento de arranque de la precampaña de Armenta estuvo a reventar, ya que todo mundo quería estar junto al precandidato, aunque muchos diputados –locales y federales–, líderes de Morena, tuvieron que quedarse abajo.
Y es que la mayoría de los espacios, sillas y lugares especiales los abarrotaron, en su mayoría, los barbosistas, los arrepentidos y los no arrepentidos, la “clase política” creada por el finado Barbosa.
Otra de las sorpresas la dio el diputado federal de Morena, armentista de corazón, Raymundo Atanacio Luna, quien al momento de su presentación fue el mejor y más ovacionado de la tarde.
El “Ata”, como lo conocen sus amigos, no cabe duda que hizo su tarea y jaló con toda su gente a apoyar a su amigo del alma, Alejandro Armenta.
Uno más de los asistentes fue Pepe Chedraui, aspirante a la coordinación de Morena en la ciudad y al Ayuntamiento de Puebla. A Pepe se le vio muy saludador, sobre todo con los exmorenovallistas que ahora forman parte del grupo armentista.
Allí estuvo el diputado federal y futuro senador de Morena, Ignacio Mier Velazco, quien no termina por cuajar con el equipo de Armenta, ya que fue el primero en correr para dejar el evento, luego de haberse dado un abrazo seco con el precandidato.
También, por fin, reapareció Julio Huerta Gómez, el primo incómodo, quien estuvo muy, muy lejos de la viuda de Barbosa por aquello de que ya se “odian con odio jarocho”. Y así como un día llegó al gobierno, solo, arribó y se fue del mitin armentista.
Otra morenista de cepa que allí estuvo presente fue Claudia Rivera Vivanco, ex edil capitalina; y lo mismo hizo el “chico Palacio de Hierro”, Andrés Villegas Mendoza, otra creación del barbosismo, que tiene de 4T y de pueblo lo que Puebla de nieve en navidad.
Otros que se dejaron ver fueron los primos Natale, los dueños, por ahora, del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), Jaime Natale Uranga, autonombrado Jimmy, y Juan Carlos Natale López, quien de día es ecologista pero de noche y con alcohol en la sangre desconoce.
Uno de los abrazos más efusivos que otorgó Alejandro Armenta durante su arranque de precampaña fue a Eduardo Castillo López, el diputado líder del Congreso del estado, quien lo acompañó y quien llegó con un grupo de morenistas para arropar a quien dice es su gallo.
Otros que aunque quisieron pasar desapercibidos fueron vistos por quien esto escribe, como su primera vez con Armenta, fueron Enrique Doger Guerrero, ex edil priista; Jacobo Ordaz Moreno, ex regidor panista-galista de hueso colorado; Mario Rincón González, ex funcionario morenovallista; Juan Manuel Vega Rayet, exlíder del PRI, y Vanessa Barahona de la Rosa, ex funcionaria barbosista y a quien echaron de la Secretaría de Turismo por un supuesto acto de corrupción.
Una de las grandes ausentes, incluso a quien Alejandro Armenta mencionó en su discurso, fue Olivia Salomón Vibaldo, exaspirante a la coordinación de Morena, y quien prefirió irse de vacaciones a Chiapas que apoyar al precandidato de su “amada Puebla” al Gobierno del estado.
El mitin de precampaña de Alejandro Armenta abarrotó el parque donde se ubica el Cuexcomate; sin embargo, en lo personal me parece que muchos de los invitados, quienes siempre han hecho alarde de mucho apoyo por parte de los poblanos, quedaron a deber.
Porque el lugar tenía que haber sido un arranque de precampaña desbordado, bestial, brutal, políticamente hablando, y no se vio a la mentada ola verde de los Natale, a los cientos y miles seguidores de Claudia Rivera, a los nachistas que cimbraban los eventos de su líder, a los huertistas y a toda la ola de morena que tanto presumieron en su momento los críticos de Armenta.
¿Dónde carajo metieron a todos sus supuestos porristas?
A ver si no se hacen patos y a la hora reculan.
Porque está claro que si Armenta gana la próxima elección lo hará por sus propios méritos y gente, ni más, ni menos.
Al tiempo.
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