En los últimos días el ex edil priísta y ex rector de la BUAP, Enrique Doger Guerrero, ha ocupado un gran espacio en los medios de comunicación locales. Reporteros y columnistas de los distintos informativos -tanto impresos como electrónicos- se han dado a la tarea de indagar la nueva guerra y los propósitos del hoy también diputado local electo.
El caso es que la mayoría de los comunicadores, junto con algunos analistas políticos y con estudiantes y académicos de la institución, han coincidido en que Doger y su séquito de colaboradores son los responsables de la campaña negra y de desprestigio armada en contra de la BUAP y de su rector, Enrique Agüera Ibáñez.
Su objetivo, se dice, no es otro que desestabilizar el quehacer académico de la Benemérita institución y perjudicar la integridad de sus autoridades, particularmente la de Enrique Agüera, considerado año con año como uno de los líderes -de su sector y de la sociedad- más destacados del país.
De acuerdo a las opiniones vertidas por los diferentes medios de comunicación, así como por algunas autoridades universitarias, Enrique Doger pretende frenar el crecimiento de la figura de Agüera, a quien ve como un personaje incómodo para sus intereses y supuestamente para el futuro de Puebla.
Y es que a Doger no le gusta nadita que alguien le haga sombra como un tema mediático. Mucho menos, me cuentan, le parece la idea de que hoy la BUAP y sus administradores obtengan el reconocimiento de los poblanos, del Gobierno estatal, el Gobierno federal y de las próximas autoridades encabezadas por el gobernador electo, Rafael Moreno Valle Rosas.
Distintas versiones periodísticas señalan que Doger utiliza un portal electrónico denominado Acento 21, propiedad de la reportera de Televisa Fátima Monterrosas y de su pareja sentimental, Daniel Pensamiento Liévano, subdirector editorial de la agencia federal de noticias Notimex, para desprestigiar y linchar públicamente a la BUAP y a Enrique Agüera.
El caso es que a las direcciones electrónicas de todos los comunicadores poblanos se han hecho llegar supuestas versiones escandalosas de abuso de poder en la BUAP.
Los correos circulan y se hacen llegar a través de un tal José Puga Gómez, quien envía mensajes masivos por la web desde el correo “[email protected]”. El responsable de los mensajes ha circulado fotografías, presuntas versiones de universitarios inconformes y toda clase de escritos en agravio de la BUAP y de su rector Agüera.
Empero, todas las aseveraciones en contra de Agüera, sin excepción, han sido enviadas sin documentos que las sustenten, por lo que hasta el momento todo ha quedado en el nivel de chisme de lavadero.
El autor de Posdata se dio a la tarea de contestar una petición hecha por el presunto responsable de los correos en agravio de la BUAP y sus autoridades, José Puga, quien solicitó el apoyo para publicar en esta casa editorial los mensajes en contra de la BUAP.
Se habló, incluso, a través del propio correo electrónico, de un “apoyo” en caso de que pudiera ser publicada una fotografía o un mensaje de los enviados al buzón de Posdata en contra de Agüera.
De inmediato, la respuesta fue que la responsabilidad y ética periodística del autor de Posdata impedía tal ejercicio. En cambio, propuse que si se me hacían llegar las pruebas fehacientes y los documentos de cada una de las acusaciones hechas en contra del rector de la BUAP, éstas sí podrían ser publicadas.
El caso es que esos documentos nunca llegaron, mucho menos hubo respuesta alguna del solicitante o del tal José Puga, a quien le pedí una entrevista que aceptó a través de su correo, pero a la que nunca le fijó fecha ni lugar. Hasta hoy la sigo esperando.
Contrario a eso, los correos en contra de la BUAP y de Agüera continuaron y aún siguen circulando en la web. Por cierto, tienen como enlace directo el portal Acento 21, insisto, propiedad de Fátima Monterrosas y Daniel Pensamiento.
Muchas preguntas saltan ante tales acontecimientos.
Una de éstas es: ¿qué pretende Doger con todo esto? ¿Tomar revancha a la BUAP, de qué?
¿Quién es el vínculo entre Doger y Acento 21?
¿Por qué Fátima Monterrosas no circula la información en contra de la BUAP y de Agüera desde su propio correo personal? ¿De quién se esconde? ¿A quién quiere engañar o perjudicar?
Sin duda es muy delicado el tema del lavado de dinero, de narcotráfico y de asociación delictuosa, delitos que Acento 21 imputa a Agüera. Así que las preguntas obvias ante estos delitos, si es que existen, por supuesto, serían: ¿Por qué no los han explotado los medios nacionales que representan los propietarios del citado portal electrónico, Televisa y Notimex? ¿Será por que no existen?
¡¡¡Y que conste que son preguntas nada más!!!