Puebla, una ciudad llena de historia y tradiciones arraigadas, nos invita a un viaje en el tiempo a través de sus majestuosas casonas antiguas. En el corazón del Centro Histórico de esta ciudad colonial, las casonas antiguas han encontrado un resurgimiento dorado gracias a la dedicación de empresarios poblanos visionarios. Estas magníficas edificaciones han sido transformadas en lujosos hoteles de cinco estrellas, restaurantes famosos y otros espacios que nos permiten disfrutar y apreciar la grandeza de la arquitectura y el patrimonio cultural de México.
Al caminar por las calles del Centro Histórico de Puebla, es imposible no enamorarse de la majestuosidad y el encanto del pasado que estas casonas antiguas desprenden. Construidas en los siglos XVII y XVIII, estas joyas arquitectónicas fueron el hogar de familias influyentes y personalidades históricas. Sin embargo, a medida que el tiempo avanzaba, muchas de estas casonas quedaron en el olvido, enfrentándose al deterioro. Afortunadamente, en las últimas décadas, varios empresarios locales, como Roberto Oliva, han decidido tomar acción para preservar el legado de estas casonas y darles un nuevo propósito.
El resurgimiento comenzó con la visión de comprender que estas edificaciones ofrecían una oportunidad única para revitalizar el Centro Histórico, atraer turismo nacional e internacional y, al mismo tiempo, conservar la herencia cultural de la ciudad. Se enfrentaron a desafíos significativos, como la restauración de estructuras deterioradas, la preservación de detalles arquitectónicos originales y el cumplimiento de estrictas regulaciones históricas, se esforzaron para devolver el esplendor perdido a estos lugares. Su trabajo se convirtió en un modelo para el desarrollo sostenible y la revitalización urbana.
Por eso, hoy en día podemos disfrutar de casonas antiguas transformadas en lujosos hoteles de cinco estrellas y restaurantes que ofrecen una experiencia gastronómica excepcional, como, por ejemplo, Casona de los Sapos.