A pesar del destape que tuvo como colofón el segundo informe de gobierno del presidente municipal Eduardo Rivera, la determinación de lanzarse con todo por la gubernatura y poner a temblar a los morenistas, como él mismo dijo, sigue siendo una incógnita de cara a los próximos comicios en la entidad para muchos de los panistas.
Y es que si bien se conoce que será a finales de noviembre, o durante los primeros días de diciembre, cuando el edil solicite licencia, aún él y su equipo se encuentran afinando los detalles que acompañarán su posible candidatura al Gobierno estatal.
Son precisamente estos detalles finos los que han generado duda en ciertos perfiles que acompañarán en el 2024 a Rivera Pérez, pues los blindajes con los que busca competir pueden ser calificados como una gran estrategia, o de plano un temor perceptible de perder y tener reservas de cara a los próximos comicios, pues nadar con salvavidas una carrera de 100 metros, lejos de sumarle, genera incertidumbre entre propios y extraños en el albiazul.
Una de las reservas que el edil se encuentra negociando para echarse un clavado de lleno por la gubernatura de Puebla, es que su esposa, la titular del Sistema Municipal DIF, Liliana Ortiz, tenga una diputación federal por la vía plurinominal, y otra es que pudiera entrar su perfil al Senado de la República por la vía de primera minoría.
Los enterados en el Partido Acción Nacional están buscando que Eduardo abandone los titubeos y garantice que los perfiles competitivos, que buscarán que la zona conurbada sea el bastión del Frente Amplio por México, dejen todo en la cancha.
En la capital, el diputado federal Mario Riestra estaría acompañado por Ana Tere, Carolina Beauregard y Jorge Aguilar Chedraui en las federales, mientras que los perfiles de Oswaldo Jiménez, Mónica Rodríguez Della Vecchia, Guadalupe Leal y hasta Manolo Herrera buscarán estar en la boleta, repetir o estar en gabinete, pero sí o sí, competir para sumar a la gubernatura y al Charlie Hall.
En San Andrés, Edmundo tiene en un 99 por ciento la candidatura a la reelección asegurada, para él o para quien él designe.
Las candidaturas al Senado serán entregadas al Revolucionario Institucional, con Estefan Chidiac en primera fórmula, mientras que el segundo escaño se encuentra en una disyuntiva entre la diputada federal Blanca Alcalá y la hoy senadora Nancy de la Sierra, quien busca a su vez la capital poblana, pero que ante el veto del PAN a nivel nacional a Paola Angon, que no contará con el apoyo de su partido para buscar la reelección en San Pedro Cholula, podría ser un desfogue para la negociación en el Frente Amplio, no obstante, en esta demarcación quien también se apunta es Roxana Luna, como una posible carta del PRD.
San Martín Texmelucan es una incógnita; los malos resultados de Norma Layón ayudarían al PAN, pero la falta de perfiles competitivos representa un trabajo adicional que ya se busca atender, mientras que Atlixco será un reto ante la buena gestión de Ariadna Ayala por parte de Morena, pero Antorcha y el PRI podrían generar un contrapeso.
Ya la mayoría están en su carril listos para sumergirse, esperando la señal para arrancar; el PAN necesita un Michael Phelps y saben que Eduardo Rivera es el indicado, lo que llama la atención es por qué un nadador experimentado saldría con flotis.
