Al gobernador, Miguel Barbosa, se le notaba el enojo en la cara y en sus palabras al hablar de la detención de Juan Carlos Romero Abraham, jefe de Base de Esperanza de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), por posesión de drogas y armas por parte del Ejército Mexicano.
En la rueda de prensa, el gobernador dijo lo siguiente:
“Fue un hecho muy bochornoso para la Policía Estatal del estado, para la seguridad pública del Estado, la detención de este señor Juan Carlos Romero Abraham, era el jefe de la Base de Operaciones de la PE de Esperanza, fue detenido por el Ejército con drogas y armas”,
“Y a que quien sea responsable de esas bases de operaciones evalúe yo su presencia en la Policía Estatal.
Porque yo no voy a jugar, no voy a jugar a solapar a ningún cabrón que venga a comprometerse de manera individual con la delincuencia”.
Así de claro es el mensaje para todos los mandos superiores de la SSP.
El gobernador Miguel Barbosa no juega, ni solapa actos fuera de la ley.
Por eso fue la salida del secretario de Seguridad, Raciel López.
No es casualidad que haya cambios constantes en la dependencia marcada, desafortunadamente, por penosos casos como el ocurrido en Esperanza.
Cabe destacar que esa zona de Esperanza es la encargada de contener y, de ser posible, detener a El Bukanas.
Pero si el jefe de Base fue detenido con drogas y armas, entonces ahora entendemos por qué no lo han podido detener.
Por el bien de todos los poblanos, el gobernador no debe dudar en actuar pronto y a fondo para limpiar la SSP de malos elementos.
No es un juego lo que sucede en la corporación.
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